Ganar en MotoGP con motos diferentes: la batalla por un relato que impuso Valentino Rossi y al que Marc Márquez renuncia
Uno de los temas más recurrentes del mundillo de MotoGP ha vuelto a la palestra en los últimos tiempos. Desde que Marc Márquez anunció que seguiría corriendo para el Repsol Honda hasta 2024 las acusaciones al campeón por no atreverse a cambiar de marca se han multiplicado. Hasta el punto que el propio Márquez ha tenido que salir a defenderse.
Muchos le pedían a Márquez que, después de ganar seis títulos con Honda, que podrían ser siete en 2020, cambiase de marca para demostrar que puede ganar con dos motos diferentes. Así, según estos críticos, se equipararía de verdad con los grandes de la historia. Sin embargo, veremos que esto de cambiar de marca es una moda mucho más reciente.
Solo cinco pilotos han ganado el mundial de la categoría reina con dos marcas diferentes
Sin embargo, echando una mirada a la historia nos encontramos con algo. Si nos ceñimos a la categoría reina, y si no lo hacemos, Márquez ha ganado ya con Suter y Derbi en Moto2 y Moto3, resulta que tan solo cinco pilotos han sido campeones con dos marcas diferentes, y ninguno de ellos lo hizo con tres.
La lista la componen Casey Stoner, Valentino Rossi, Eddie Lawson, Giacomo Agostini y Geoff Duke. Sin duda, cinco de los grandes pilotos que han pasado por el mundial, pero a poco que se tenga algo de cultura del motociclismo se ve que hay otros gigantes que nunca han ganado, y ni siquiera lo han intentado, con dos marcas distintas.
El primero en conseguirlo fue Geoff Duke allá por la década de los 50. El británico, para muchos la primera gran estrella del motociclismo, ganó el mundial de 500 cc en 1951 con Norton, y tras eso se fue a Gilera con los que ganó tres campeonatos consecutivos entre 1953 y 1955. Duke fue el primero en repetir con marcas distintas, y hubo que esperar 20 años hasta el siguiente.
Lo logró Giacomo Agostini en 1975. Tras toda una vida dedicada a MV Agusta, y siete títulos consecutivos en 500 cc, el italiano se marchó a Yamaha, con quienes consiguió su octavo y último entorchado de la categoría reina, el decimoquinto en total. Y después, otros catorce años hasta Eddie Lawson.
El mítico piloto americano fue tres veces campeón del mundo con Yamaha, pero en 1989 decidió fichar por Honda y se llevó el título a la primera. Como Casey Stoner, que también se fue a la marca del ala dorada, en este caso proveniente de Ducati, y ganó el mundial en su primera temporada, en 2011.
Entre medias de Lawson y Stoner se encuadra el gran cambio de marca de la historia de MotoGP. El que protagonizó Valentino Rossi en 2004, cuando decidió dejar Honda tras tres mundiales consecutivos para firmar por Yamaha y ganar otros cuatro más. El único en haber ganado más de un título con dos marcas diferentes.
Si hablamos de ganar carreras con marcas diferentes el espectro se abre un poco más, pero no mucho. Hay que añadir a los que cambiaron de marca y tuvieron un éxito moderado, como Mike Hailwood, Jorge Lorenzo, Umberto Masetti y Leslie Graham son los únicos campeones que ganaron carreras con dos marcas diferentes, pero no el mundial.
Fuera de los campeones hay muchos pilotos ganadores de carreras con dos marcas diferentes. Empezando por los subcampeones más ilustres que se recuerdan, Andrea Dovizioso, Randy Mamola y Max Biaggi. Los tres han ganado con Honda, y mientras que el primero sigue batallando por ser campeón con Ducati, los otros dos también ganaron en Yamaha.
Surtees, Roberts, Rainey, Schwantz, Doohan y Pedrosa nunca cambiaron de marca
Pero, igual que es indiscutible que estamos ante cinco grandes de la historia de las motos, tampoco podemos olvidar a otros que están a su nivel y solo ganaron con una montura. Es más, la mayoría ni siquiera intentaron hacerlo con dos. Hablamos de leyendas como John Surtees, Kenny Roberts, Wayne Rainey, Kevin Schwantz, Mick Doohan o Dani Pedrosa. Ninguno de ellos ni siquiera salió de su marca.
Surtees sí que corrió para Norton antes de fichar con MV Agusta, pero ni siquiera ganó una carrera. Fue con los italianos cuando llegaron los éxitos y los títulos. No se movió de allí. También Kenny Roberts ligó toda su carrera a Yamaha, como años después haría Wayne Rainey. Ambos fueron tricampeones de 500 cc con la marca de los diapasones.
Cinco títulos consecutivos ganó Doohan entre 1994 y 1998, todos con Honda, pero nunca se le pasó por la cabeza cambiar de aires. El caso más significativo es el de Schwantz. Pese a que se pasó siete temporadas en Suzuki antes de conseguir su primer y único título, siempre siguió leal a la marca de Hamamatsu. Como Pedrosa, que ni siquiera ganó un título con Honda pero siguió fiel.
Hay quienes sí que cambiaron de marca, pero con poco éxito. Por ejemplo el mítico Freddie Spencer, después de tres títulos con Honda, se aventuró a correr con Yamaha pero ni siquiera se subió al podio. Barry Sheene también dejó Suzuki por Yamaha tras sus dos mundiales, pero no pudo repetir la corona. Solo ganó una carrera con los de Hamamatsu.
Más atrás en el tiempo queda el caso del legendario Mike Hailwood, el que más cerca estuvo de unirse a este club. Tras cuatro títulos consecutivos de 500 cc con MV Agusta, el británico se pasó a Honda y ganó ocho carreras con ellos, pero se quedó con la miel en los labios. Fue dos veces subcampeón, la primera por seis puntos y la segunda empatado con Agostini.
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En los tiempos modernos también hemos tenido a un gran campeón que no ha tenido éxito en los cambios de motos. A Jorge Lorenzo, tras tres mundiales de MotoGP con Yamaha, le costó un año y medio domar la Ducati. Cuando lo hizo ganó tres carreras, pero se marchó a Honda y eso sí que fue el punto final de su carrera, al menos de momento.
Todos los cambios de equipo tuvieron más motivos que el de ganar con motos diferentes
El caso es que todos los grandes cambios de equipos de la historia han tenido una motivación más allá de ganar con una moto diferente. Solo el de Valentino Rossi se podría considerar que fue en ese sentido. 'Il Dottore', siempre pionero, desató la fiebre de ganar con dos motos diferentes, ya que su marcha de Honda fue una demostración de quién era más fuerte. Y era Rossi.
A partir de ahí, otros le siguieron, pero siempre con justificación. Si Stoner cambió Ducati por Honda fue simplemente porque el proyecto de los italianos con el nuevo chasis de fibra de carbono se estaba agotando, y además en Borgo Panigale tenían puesta la mirada en fichar a Rossi, cosa que finalmente consiguieron.
Cuando Rossi volvió a Yamaha, provocó gran parte del malestar de Jorge Lorenzo. Siendo el campeón en título, habiendo ganado los tres últimos campeonatos de la marca y siendo ocho años más joven que Rossi, Lorenzo no podía entender cómo Yamaha se centraba en el italiano, que además solo unos años antes les había dejado para irse a Ducati. Así que él hizo lo propio.
Los cambios de Stoner y Lorenzo se vendieron de una forma romántica: buscaban ganar con dos motos diferentes. Pero lo cierto es que detrás había motivos internos de mucho peso para el cambio. Lo dijo Márquez recientemente: "Yo me quiero sentir a gusto y feliz donde esté, y si me siento feliz y las cosas salen bien, ¿para qué cambiar?".
Con menos romanticismo se vendieron los grandes cambios de marcas del pasado. Hailwood se fue a Honda porque MV Agusta fichó a Agostini, en lo de Eddie Lawson tuvo mucho que ver el empuje de Rothmans, el principal patrocinador de la época, Sheene pensó que Suzuki ya no estaba a la altura y lo de Spencer fueron simples intentos a la desesperada de volver tras retirarse.
Como vemos, cambiar de marca durante la carrera deportiva de las grandes estrellas de la historia de las motos no ha sido lo común, y mucho menos hacerlo en el punto álgido de la misma. Una gran leyenda como Valentino Rossi cambió el paradigma en 2004, y ahora otra como Marc Márquez pretende reestablecer el orden antiguo.
En la parrilla actual, solo Rossi, Dovizioso y Viñales han ganado carreras con motos distintas
En la parrilla actual, los ganadores con dos marcas diferentes son escasos. Estamos ante pilotos muy jóvenes todavía, casi sin bagaje en la categoría reina, pero aún así encontramos a algunos. Empezando por los ya mencionados Rossi y Dovizioso. El primero, fue campeón con Honda y Yamaha, mientras que el segundo ganó su primera carrera en el Repsol Honda antes de ir a Ducati.
Pero todavía podemos encontrar uno más, Maverick Viñales, que ganó su primera carrera con Suzuki y luego ha seguido sumando éxitos con Yamaha. Este año solo hay uno nuevo que podría sumarse a la lista. Se trata de Jack Miller, que ganó una carrera con Honda en 2016 y ahora está corriendo con Ducati, de momento en el Pramac.
Si añadimos las categorías pequeñas hay un vuelco; Ángel Nieto ganó con cinco marcas diferentes
De todos modos, nos estamos centrando exclusivamente en la categoría reina, en este caso MotoGP, olvidando que Marc Márquez ya ha ganado el mundial con otras dos marcas además de Honda. El piloto español triunfó en 2010 en la categoría de 125 cc pilotando para Derbi, y dos años después fue campeón de Moto2 con una Suter.
En los últimos tiempos es innegable que las categoría pequeñas se han convertido en fórmulas de promoción para llegar a MotoGP. Es tan evidente que incluso se ha ido encaminando todo hacia convertirlo en eso. Pero históricamente no siempre ha sido así, más bien todo lo contrario, las categorías pequeñas tenían entidad propia y ganar allí valía tanto como en 500 cc.
Por eso hay que tener en cuenta a pilotos como Phil Read, que ganó con Yamaha en 250 cc y con MV Agusta en 500 cc, Max Biaggi, quien se llevó uno de sus títulos en 250 cc con Honda y los otros tres con Aprilia, o, sobre todo, el mítico Ángel Nieto, campeón con Derbi, con Bultaco, con Kreidler, con Garelli y con Minarelli, casi nada.
Es más, si tuviésemos en cuenta estas categorías habría que añadirle a Rossi los dos entorchados que consiguió con Aprilia en 125 cc y 250 cc. Hasta Álex Márquez, campeón con Honda en Moto3 y con Kalex en Moto2, entraría en la categoría si decidimos ampliar las miras más allá de los horizontes de MotoGP y 500 cc.
El mal trato de HRC a su hermano podría hacer reflexionar a Márquez
En resumidas cuentas, ganar con dos motos diferentes, como ahora se le pide a Márquez, nunca ha sido una exigencia real. Y mucho menos histórica. Es una asignatura que se inventó Valentino Rossi en 2004 para medir su ego al de Honda. Pero antes y después, todos los cambios de marca de los grandes pilotos de la historia han tenido una justificación muy pesada, más allá de la variedad.
Y, de momento, Márquez no la tiene. Honda se ha asegurado de tener a su campeón entre algodones para no pasar por otro caso como el de Valentino Rossi. Sin embargo en las últimas semanas ha saltado la liebre. Parece que HRC va a relegar a Álex Márquez del equipo oficial sin ni siquiera dejarle debutar.
Es cierto, Marc Márquez acaba de renovar hasta 2024, por lo que tiene contrato con Honda hasta que tenga 31 años. Pero Álex es su ojito derecho, su punto débil, y si se toma el fichaje de Pol Espargaró como un agravio, o si incluso piensa que ficharon a su hermano para que renovase en mejores condiciones, puede ser el inicio de los roces.
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— Marc Márquez (@marcmarquez93) June 16, 2020
Quien sabe, quizá Honda sin querer esté empujando a Marc Márquez a que haga eso que no se planteaba hacer, demostrarle a todos sus críticos que él también puede ganar con dos motos diferentes. De momento, Márquez espera expectante, sabiendo que eso de cambiar de moto más que historia es moda. Y que de él depende cambiar el paradigma.
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