Evaluamos a los novatos de MotoGP: Fabio Quartararo lidera una generación sobradamente preparada
Se esperaban grandes cosas de los rookies que están debutando en MotoGP en 2019, y por el momento está cumpliendo las expectativas. Encabezados por un Fabio Quartararo que no solo ejerce de líder de esta generación sino que ha tardado tan solo medio año en consagrarse como una de las principales atracciones de MotoGP.
También progresan adecuadamente Joan Mir y Miguel Olveira, que están teniendo las dificultades lógicas para adaptarse a una MotoGP pero consiguen sacar adelante el trabajo y, conforme avanzan las carreras, cada vez se les ve más cómodos. El único que está desentonando de momento es Pecco Bagnaia, que está algo perdido.
Fabio Quartararo ya es el joven más prometedor de MotoGP
Fabio Quartararo está siendo la gran esperanza de Yamaha. El piloto francés llegaba a MotoGP en un mar de dudas después de una etapa turbulenta en Moto3 y Moto2, pero desde la primera carrera en Catar dejó claro que no iba a ser un piloto de paso. Ya en Losail clasificó quinto e hizo la vuelta rápida, aunque se quedase sin puntuar.
Lo que más sorprende de Quartararo es su seguridad a los mandos de la moto. En su primera temporada en MotoGP, sin venir precisamente con un gran cartel por sus años previos, está consiguiendo ir muy rápido sin caerse casi nunca. De hecho la primera vez que se fue al suelo en toda la temporada fue en los entrenamientos libres de Assen, la octava carrera del año.
Pero Quartararo no está renunciando a velocidad para ganar seguridad. Todo lo contrario. 'El Diablo' lleva tres pole position y es el único que consigue luchar contra Marc Márquez en este apartado. De hecho, solo Maverick Viñales en Catar ha conseguido quitarle una pole al dúo de velocistas que forman Márquez y Quartararo.
En solo nueve carreras, Quartararo suma tres poles, dos vueltas rápidas y dos podios, que serían tres sin la rotura de caja de cambios en Jerez. Y eso habiendo tenido que lidiar con una doble operación del síndrome compartimental. Va octavo en el campeonato, pero la única duda para la segunda mitad de temporada es si Quartararo conseguirá ya su primera victoria en MotoGP.
¡QUÉ IMAGEN! @FabioQ20 sin poder mover prácticamente el brazo del dolor. ¡Gran mérito de ese podio del Diablo! 👏 #DutchGP 🇳🇱 #MotoGP 🏁 pic.twitter.com/Ki2w87IoUZ
— DAZN España (@DAZN_ES) 30 de junio de 2019
Para poner el impacto en Fabio Quartararo en contexto basta con pensar que su empuje está siendo tal que se ha especulado con que Valentino Rossi podría retirarse un año antes de tiempo para que 'El Diablo' herede su Yamaha. Y es que en los diapasones tienen claro que han encontrado a su nuevo referente, y si no es en 2020 será en 2021 cuando esté a los mandos de una moto oficial.
A Joan Mir le falta mantener la velocidad durante toda la carrera
La temporada de Joan Mir está cogiendo temperatura conforme avanza el verano. El piloto español tuvo un paso fugaz pero exitoso por las categorías más pequeñas y rápidamente llevó al equipo oficial de Suzuki. Un ascenso fulgurante que ponía muy altas las expectativas, pero MotoGP es un mundo totalmente diferente que requiere de calma.
Mir demostró velocidad desde el principio, y buena prueba fue el octavo puesto en Catar, donde incluso se codeó con los grandes. Pero luego a Mir le entraron las prisas y quiso acelerar los tiempos. Empezaron los errores y las caídas, acumulando un total de cuatro ceros consecutivos coronados con la sonrojante caída en la vuelta de formación en Le Mans.
Pero Mir es un campeón, ganó Moto3 en 2017, y eso marca el carácter. En las últimas carreras ha reaccionado y ha vuelto a la senda de Catar. Luchando con los grandes, demostrando una buena velocidad y teniendo paciencia para que lleguen los resultados. Así cayó el sexto puesto en Barcelona, gracias en parte al strike de Lorenzo, y así incluso lideró por momentos la carrera en Assen.
En el debe sigue quedando un problema evidente de consistencia. Y es que Joan Mir es capaz de pelear con los gigantes en las primeras vueltas, pero conforme avanza la carrera empieza a ceder terreno. Un problemas normal en un novato que no se soluciona con la precipitación de las primeras carreras, sino con la paciencia y evolución constante de las últimas.
Last weekend's #GermanGP didn't hold back the action. Take a look as Team @suzukimotogp's Joan Mir outbreaks Jack Miller:
— Motul (@motul) 8 de julio de 2019
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Para la segunda mitad de la temporada el podio es una posibilidad si consigue mantenerse en el grupo de los de delante con más asiduidad. Lo que es seguro es que, si mantiene la regularidad, subirá posiciones respecto al decimotercer lugar que ahora ocupa. En Álex Rins tiene un buen espejo donde reflejarse.
Miguel Oliveira es el Quartararo de la parte de atrás de la parrilla
El primer piloto portugués de la historia de MotoGP está maravillando en su estreno en la categoría. Miguel Oliveira está siendo el Fabio Quartararo de la parte trasera de la parrilla. En el Tech3, equipo satélite de KTM, está destrozando a Hafizh Syarhin, con un año más de experiencia. Oliveira suma doce puntos más que el malayo y ha terminado por delante de él en siete de las nueve carreras.
Pero es que además Oliveira está a solo un punto de Johann Zarco, flamante fichaje del equipo oficial de KTM. Del portugués impacta también su regularidad, ya que ha terminado todas las carreras en lo que llevamos de temporada. Solo Danilo Petrucci y Pol Espargaró lo han conseguido además de él, que es un novato.
Para la segunda mitad de la temporada el reto es batir a Johann Zarco, aunque sin presión. Lo lógico es que el piloto oficial vaya mejorando pero sería una demostración de poderío dentro del equipo que Miguel Oliveira quedase por delante. Y si, de paso, también se queda delante de un supercampeón como Jorge Lorenzo, que solo lleva cuatro puntos más, pues mejor.
Las caídas están mermando la confianza de Pecco Bagnaia
Pecco Bagnaia está siendo el que más dificultades sufre de esta camada de rookies. El vigente campeón de Moto2 todavía no está a gusto en la Ducati y eso se nota en los resultados. Bagnaia es el tercero peor de los pilotos oficiales, solo por delante de Syarhin y de Karel Abraham, e incluso va detrás de un probador como Stefan Bradl.
El problema de Bagnaia es que no consigue mantenerse sobre la moto. Lleva seis caídas en nueve carreras, cuatro de ellas consecutivas entre Jerez y Barcelona. Velocidad tiene, incluso consiguió el mejor tiempo en los entrenamientos de Mugello, pero todavía está muy verde en consistencia y, sobre todo, en confianza.
En este caso, la comparación con su compañero de equipo, Jack Miller, tampoco sirve demasiado dado que el australiano lleva la Desmosedici GP19, pero aún así va séptimo en el campeonato con 59 puntos más que Bagnaia. Pese a todo, Ducati no pierde la confianza en su piloto y ya han confirmado no solo que seguirá en el Pramac, sino que llevará la GP20 como Miller.
Bagnaia debe utilizar esta segunda parte de temporada para preparar el envite de 2020, un año en el cual tendrá que hacerlo mucho mejor para no perder el manillar. Bagnaia tiene que calmarse al volver del verano, pilotar con menos prisas, terminar la carrera e ir recolectando cada vez más puntos hasta que llegue la confianza. El talento, como vimos en 2018, está ahí.