Las noticias tranquilizadoras siguen llegándonos desde Ibiza. Tras el accidente sufrido en quad el pasado miércoles, Ángel Nieto continúa en estado estable ingresado en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario y con sensibles visos de mejoría. Tras un fin de semana en el que el 12+1 veces Campeón del Mundo de Motociclismo evolucionó favorablemente los médicos han comenzado a reducir la medicación que le mantiene en coma inducido.
Aunque su pronóstico continúa siendo grave y aún es pronto para considerar la recuperación y cuándo podrá despertarse del coma, un nuevo TAC ha revelado que los hematomas sufridos en el cerebro están siendo absorbidos, abriendo una puerta al optimismo tanto del equipo médico como de todos los familiares, amigos y la comunidad del motociclismo.
Evolución constante y favorable
Con todo el equipo médico pendiente de su evolución en la Unidad de Cuidados Intensivos no se han presentado complicaciones en la progresión de las contusiones intra-craneales según el último comunicado de los sanitarios.
"Simplemente que no empeore ya es una buena noticia" comentaba Pablo Nieto, pero la realidad es que paso a paso el estado del ex-piloto de 70 años apunta hacia la recuperación. Por desgracia, sigue siendo muy pronto para valorar las lesiones que pueda haber a nivel neuronal, pero a nivel circulatorio y respiratorio parece no haber de qué preocuparse.
A lo largo de la semana y si la medicación se puede retirar por completo, Nieto podría despertar en los próximos días, acabando así con un largo proceso de absorción del coágulo sin haber requerido la necesidad de las siempre complicadas intervenciones quirúrgicas.
Según la Policía Local y la Guardia Civil, el ahora comentarista habría llevado puesto el casco en el momento del accidente. Una conductora despistada impactó por detrás contra el quad de Nieto quien se estaba deteniendo para girar. La fuerza del impacto habría sacado el casco de la cabeza el ex-piloto (posiblemente por no llevarlo abrochado) agravando considerablemente las consecuencias de un impacto leve producido a unos 20 km/h.
Foto | La Vanguardia