Tal y como se encuentra el panorama en la industria de la movilidad, es difícil y hasta imposible predecir lo que sucederá de aquí en adelante. Las motos de gasolina parecen salvarse del 'harakiri'(de momento, y solo de momento) que se está llevando a cabo en Europa y Japón, de momento.
Hay quienes (marcas de moto) son hábiles y ya están buscando la gran alternativa al futuro. Alternativas que no conciben a la movilidad eléctrica como la única solución de futuro, pero sí al hidrógeno, como Kawasaki. Los japoneses vuelven a la carga con su idea, que nunca han dejado de lado.
Nuevas motos de hidrógeno a la vista
Hace tan solo unos meses Kawasaki dejaba babeando a sus seguidores con un pequeño avance de cómo tiraba y sonaba su humificador con ruedas, la futurible y bautizada como HySE, la moto a hidrógeno.
De aquel vídeo se podían sacar varias conclusiones. Entre ellas, que el almacenamiento era un serio problema materializado en unas enormes y anchísimas maletas que parecían ser un obstáculo para el día a día o la deportividad. Un prototipo que dejaba un espacio mínimo para el equipaje porque los tanques de hidrógeno son voluminosos, y por qué no decirlo, extraños.
Pues hay novedades, e importantes. Hasta ahora la HySE era el único proyecto de hidrógeno de la marca... Hasta ahora. Los japoneses acaban de presentar patentes donde abordan cómo solucionar estos problemas, y lo mejor de todo es que tienen forma de nuevas motos. Entre ellas, una nueva deportiva, un scooter y un triciclo al estilo Can-Am Spyder, según Cycle World.
Estas patentes, si bien son simples, ya nos sirven para sacar alguna que otra conclusión. Han detallado que todas estas motos llevarán el motor de combustión interna de hidrógeno, que será el cuatro cilindros de 998 centímetros cúbicos sobrealimentado de la Kawasaki H2 que ya han adaptado a la HySE. 310 CV de pura potencia humificadora.
Es decir, que van a multiplicar sus motos de hidrógeno, con nuevas soluciones. En su lugar, ya no aparecen las dos cajas laterales donde se almacena el hidrógeno de la HySE. Por pura física, han de ser de forma cilíndrica para soportar la presión (hasta 10.000 psi).
Así, la moto deportiva encaja todas las piezas debajo del carenado con un pequeño truco: colocando el motor en posición horizontal, con los cilindros apuntando hacia delante, la admisión por encima y el escape por debajo.
Por otra parte, hay dos scooter patentados, con los motores montados más atrás todavía, y debajo del asiento. Vamos, como cualquier scooter al uso. Los cilindros están inclinados en posición vertical. La diferencia está en los tanques de hidrógeno; mientras que en el primero están instalados dentro del carenado frontal, en el segundo está uno delante del otro entre las piernas del conductor.
Finalmente, un tricilo inverso. Una máquina enorme, y menos problemática en cuanto al hidrógeno, ya que el motor va entre las piernas, con los cilindros inclinados, y los dos tanques montados horizontalmente en la parte delantera, entre las dos ruedas delanteras.