
Hay moteros de todo tipo. Y no hablamos de motoristas, que son los que se mueven encima de una moto. Hablamos de moteros, de los que sienten la pasión por las dos ruedas como algo más, incluso, que una simple afición. Kilian Sass era uno de ellos, y eso que solo tenía seis añitos.
Falleció, según medios locales. Su sueño eran las motos; una afición que le vino de padre. Su padre, precisamente, pertenecía a un club de moteros locales formado por 24 miembros. Kilian estaba enfermo; fue diagnosticado con linfoma. Y su último deseo era ver y sentir motos. Muchas motos. Pero nadie se esperaba lo que pasaría.
"Su último deseo" era ver y escuchar motos, y muchas motos
El pequeño Kilian fue diagnosticado con un linfoma, un cáncer del sistema linfático. Se le sometió a una cirugía y a quimioterapia, pero el 15 de julio de 2021 todo cambió. Les anunciaron que aquello era irreversible, y que no su cáncer no tenía cura.
Sus padres, siempre a su lado. Lo bonito de esta historia viene desde que nació, prácticamente. Como a muchos de nuestros lectores (y a quien suscribe estas líneas también), los padres han sido el mecanismo de entrada al mundo de la moto. Los padres de Kilian lo fueron, y desde pequeño ya andaba en motillos no muy grandes.
Ante la devastadora noticia, sus padres decidieron hacerle un homenaje por todo lo alto. Iniciaron una campaña llamada "Noise for Kilian" (Ruido para Kilian). Más bien se lo contaron a un amigo del club motero, Ralf Pietsch, a quien se le ocurrió convocar a muchos, muchos moteros.
Un simple anuncio en Facebook empezó a correr como la pólvora; lo que el mundo motero une, nadie lo separa. Así el mensaje de Ralf convocó el corazón y el rugido de los moteros y sus motos. Solo pedían que pasaran unas cuantas motos haciendo ruido por delante de la casa de Kilian, a modo de despedida.
"Su mayor y último deseo es que el sábado 24 de agosto del 2021 pasen por su casa tantas motos como sea posible, y le hagan ruido".
Dicho y hecho. Aquel 24 de julio del 2021 la comunidad motera internacional vivió un hito que se recordará para la posteridad. No pasaron unas decenas, ni unos pocos de miles de moteros... Llegaron a contabilizar hasta 15.000 moteros, tal y como recoge The Epoch Times.
"Una vez más demostramos claramente que los motociclistas no son ‘roqueros malos y ruidosos’, sino que tienen el corazón más grande de la Tierra”, dijo Pietsch a The Epoch Times.
También añadió que "esta cohesión entre ciudades solo existe entre motociclistas. Lograr algo como eso en tan poco tiempo solo es posible, por supuesto, en equipo. No lo hice solo"; se refería a todos los moteros.
Hay algunos vídeos en las redes sociales en los que se ve a miles de moteros circulando, imitando su llegada a casa de Kilian. Nunca mejor dicho: imitando. No son imágenes reales. Son montajes para las redes sociales. Las fotos y vídeos reales los puedes encontrar en estos enlaces.
Imágenes | Facebook