Las maduritas cada vez despiertan más interés, y no pienses mal, porque estamos hablando de las motos clásicas o que aspiran a ser clásicas o que son modernas pero lucen un aspecto sin renunciar a la última tecnología. Uno de los mayores certámenes a nivel nacional, el Oldies but Goldies, se ha celebrado este pasado fin de semana en Madrid.
Con un aforo que colgó el cartel te "todo vendido", la monumental Plaza de Toros de las Ventas acogió abrazó a todos los que quisieron deleitarse los días 1 y 2 de septiembre con los constructores asistentes. Buen ambiente, mucho rollito y estética retro fueron los ingredientes de una receta de la que tomaron parte los 4.000 asistentes que pasaron por allí.
4.000 visitantes, más de 100 motos y 52 preparadores
Por segundo año consecutivo, el Oldies but Goldies se ha celebrado para reunir en esta ocasión a más de 100 motos llegadas desde España, Francia y Portugal, de entre un total de 52 talleres. Entre ellos destacaron las espectaculares motos de Valtorón con La Impetuosa, o la deslumbrante Silver Bullet de XTR Pepo.
Siguiendo las tendencias más estilosas en el mundo aftermarket, las propias marcas también se involucran de forma directa en estos saraos, y en Madrid pudimos ver a la Hadoken (una moto creada entre CRD, BMW Motorrad y Revival of The Machine), la nueva gama 2018 de Harley-Davidson, la recién estrenada Indian Scout Bobber y la limitada Yamaha XSR900 Abarth que probamos en Cerdeña.
Además de música en directo, las novedades más representativas de las marcas del sector, arte y espectáculo en vivo con los acróbatas motorizados dentro de la Bola de la Muerte. Todo un planazo para disfrutar de un fin de semana de motos y gasolina que sigue creciendo con paso firme y que en esta edición ha duplicado los visitantes.