Si no lo tenemos, todo amante del mundo de las motos sueña con tener un buen amigo mecánico. Vale que no nos vamos a aprovechar de él, pero quizá nos pueda echar una mano para construir la moto de nuestros sueños. Es lo que le ha pasado a este japonés, que menuda moto de carreras se ha montado gracias a su colega.
Sobre la base de la mítica Honda CB900F estos dos amigos nipones se propusieron crear una moto mítica: seguro que te suena Freddie Spencer. Con una CB900F participó en la ronda inaugural de la American AMA Superbike Series. Y la han clavado.
Neumáticos, escape, colores... Todo es idéntico en esta moto. Y hecha por su amigo
El Sr. Hasegawa es fanático de las motos desde que tiene uso de razón. Tanto que en 1982 ya seguía el deporte patrio; el motociclismo. En ese año Freddie Spencer participó por primera vez en la ronda inaugural del American AMA Superbike Series con el dorsal 19 estampado sobre una Honda CB900F. Con ella ganó las 100 Millas de Daytona.
Y como no hay nada como tener un buen amigo mecánico, compró el modelo y le pidió un pequeño favor al as de la llave inglesa: "Le pedí a un buen amigo de la escuela secundaria que me hiciera una CB900F personalizada réplica de la moto de Spencer", dice.
No se lo pidió a cualquiera; su amigo era el "mecánico jefe en un equipo de fábrica de una marca japonesa de automóviles". Así que pieza por pieza intentaron imitar la CB-F original que montó Spencer.
El motor original se convirtió en uno de 1.000 cc, modificado en Hokkaido (Japón), en un conocido taller que prepara las motos para carreras de resistencia como las 8 Horas de Suzuka. Concretamente rinde 1.023 cc, que es el máximo permitido por la normativa de la época.
El objetivo es replicar el propulsor RS1000, una modificación que cubica 1.023 cc del motor CB750F original basado en la CB900F.
También modificaron el escape, que emite un ronco sonido, réplica exacta del SSP Factory de la moto de Spencer, que reproduce con exactitud hasta la curva del tubo de escape en el extremo.
La habitual meticulosidad japonesa se demuestra en esta moto artesanal pero altamente profesional, a la que han adaptado hasta las mismas ruedas, configuradas en 16 y 18 pulgadas, con la delantera con un ancho de 3,50 pulgadas (8,89 cm) heredada de una CBR900RR y la trasera con 5,50 pulgadas (13,97 cm).
La parte ciclo también se intenta asemejar a la moto de Spencer, que entonces montaba una horquilla delantera SHOWA de 41,3 mm. Ahora, en cambio, monta una de 43 mm; la frenada es Brembo y el basculante es heredado de una XJR400.
El resultado es esta joya que no solo se limita al circuito, sino que también está homologada para carretera, con sus correspondientes intermitentes y matrícula. ¿El precio? Incalculable para su dueño, el Sr. Hasegawa.