De las grandes novedades del año destaca una sobre todas ellas: la Ducati Panigale V4. Una deportiva llamada a marcar un antes y un después en la historia de Borgo Panigale al abandonar la configuración bicilíndrica para sus Superbike y encaminarse con el único propósito de recuperar la corona en el WSBK.
Su motor de cuatro cilindros en uve bebe las aguas de la Desmosedici de MotoGP (no en vano este propulsor se ha denominado Desmosedici Stradale) y escupe 214 caballos de serie pudiendo llegar a 226 sólo con el escape Akrapovic opcional. Este escape quizá no sea especialmente bonito, pero su sonido es glorioso tal y como podemos comprobar en esta preciosa V4 S Speciale.
Cuatro cilindros, 226 CV y encendido big bang
Dinos si no se te han puesto los pelos de punta. Quizá vayamos a echar de menos el sonido de las V2, pero será por poco tiempo porque escuchando cómo ruge esta bestia italiana y su ronquido se torna un aullido agudo se te pasan todos los males.
El carácter imprimido en el corazón de la Panigale V4 se corresponde con un orden de encendido big bang con detonaciones agrupadas al más puro estilo de MotoGP que logran una entrega de potencia más aprovechable. Como es de esperar estamos ansiosos por poder probar a esta joya que marcará una nueva era en Ducati, y quién sabe si en el mundial de Superbikes.