Suenan vientos de cambio en Iwata. Si bien la Yamaha YZF-R1 es una superdeportiva relativamente joven nacida en plena recesión de las R's de litro en el año 2015 con una propuesta inspirada directamente en MotoGP, ya es toda una veterana que se ha ganado la confianza de la marca y el cariño de los aficionados. Tanto como para recibir una importante actualización en breve.
La próxima Yamaha YZF-R1 está en camino, lo tenemos bastante claro desde que los de Iwata han redoblado esfuerzos en el Campeonato del Mundo de Superbikes con cuatro motos con apoyo oficial, y su objetivo será precisamente acercarse aún más a las motos punteras del WSBK: Kawasaki y Ducati.
Yamaha YZF-R1 2020: el arsenal de Iwata
La normativa Euro 5 está en camino, llegará en 2020, y las marcas se están preparando para afrontar con garantías el nuevo reto que más que suponer un esfuerzo a nivel de emisiones contaminantes, hará temblar a las motos más ruidosas. La rumorosidad mecánica de las motos es la gran barrera a saltar y, aprovechando la reforma necesaria, Yamaha estaría preparando una nueva R1.
No es para menos. Dentro de lo convencional de su mecánica de cuatro cilindros en línea, la Yamaha YZF-R1 es una moto bastante ruidosa en parte por culpa de su cigüeñal Crossplane, configuración big bang y mecánica con reminiscencias de MotoGP.
En lugar de ser un modelo cuya continuidad se ponga en jaque como le ha pasado a las Suzuki GSX-R750 y Hayabusa, la Yamaha YZF-R1 es una moto que pese a no contar con unas ventas estratosféricas sí es todo un icono para la propia marca y un éxito de imagen para el público desde su nacimiento en 1998.
La próxima generación está al caer y probablemente será presentada en los salones de otoño y entre sus grandes novedades para convertirse en una alternativa a las todopoderosas Kawasaki y Ducati del WSBK, la R1 podría incorporar un nuevo cigüeñal contrarrotante.
Este avance propio de las motos de carreras llegaría al modelo de calle con el propósito de minimizar la tendencia de una moto que superaría los 200 CV a levantar la rueda delantera mejorando las aceleraciones, pero no sería la única novedad.
También se rumorea que la futura R1 equipe una caja de cambios seamless como las utilizadas en MotoGP, con capacidad para engranar dos velocidades al mismo tiempo, convirtiéndose en la primera moto deportiva de calle en utilizar esta tecnología, aunque habría que sopesar el consiguiente reto para la fiabilidad y el mantenimiento que suponen este tipo de transmisiones.
Por último y posiblemente como implementación más viable, la Yamaha YZF-R1 de 2020 podría de manera más que probable equipar una culata en cuyo interior se encierre un sistema de distribución variable. Esta tecnología ya la utilizan la Suzuki GSX-R1000 y la BMW S 1000 RR con un resultado rotundo: mayor finura de funcionamiento en la zona baja/media y una estirada rabiosa a altas revoluciones.
Sea como sea lo que Yamaha está preparando, 2020 va a ser un año interesante.