En Aprilia están volcados en desarrollar su MotoGP, la RS-GP. Esto no es ningún secreto ni ninguna novedad. Pero ver como la marca de Noale vuelca parte de su conocimiento y de su tecnología de esta moto en una moto de producción sí es un hecho más llamativo.
Esa moto de producción no es otra que la RSV4 con el Kit Factory Works, que pone en nuestras manos un pepinazo de hasta 250 cv preparado para las carreras directamente. Nada de comprar una moto de serie y adaptarla a circuito quitando faros y cambiando media moto en componentes.
Prestaciones de una moto de carreras desde el minuto 0
El resultado no puede ser más espectacular, eso hay que reconocerlo. Tener una moto que no tiene mucho que envidiar a las Aprilia que han corrido y corren en el Campeonato del Mundo de Superbikes es el sueño de más de uno y además, poder hacerlo con distintos niveles de preparación dependiendo de nuestras pretensiones –y nuestra economía- es un punto a favor.
La preparación más salvaje que ofrece la marca italiana es la de la versión FW-GP, que monta una distribución de válvulas accionadas neumáticamente que llega a dar 250 cv de potencia. Sí, has leído bien, 250 cv. Este motor es muy parecido al que hizo debutar Aprilia en MotoGP en 2015. Desde luego, una brutalidad que en unas manos apropiadas puede ser un misil sobre ruedas.
Pero hay más opciones para el resto de los mortales. También podemos disfrutar del kit FW para las RSV4 RF y RR tanto de 2017 como de 2018. Este kit no llega a las prestaciones del FW-GP pero tampoco se queda muy atrás gracias a una buena potenciación del motor, una reducción de peso considerable y un trabajado campo aerodinámico.
Para llegar a esos resultados, el motor de la RSV4 tiene nuevos componentes internos, como los pistones con tratamientos superficiales para reducir al máximo la fricción. También hay disponibles unas nuevas culatas con trabajos de mecanizado muy precisos que mejoran tanto la admisión como el escape.
Tampoco se quedan atrás los nuevos muelles, válvulas y árboles de levas, todos tratados en busca de reducir fricciones internas. Estos trabajos de artesanía sumados a las mejoras que aporta la ECU permiten llegar a los 215 cv al cigüeñal.
Pero no todo es buscar potencia, también hay que reducir peso y en eso Aprilia también ha hecho un gran trabajo, rebajando el conjunto en 10 kg. Para ello, han equipado una batería de Litio y han reducido el peso del depósito a pesar de estar hecho en el mismo material que el de serie. Por último, la reducción más grande viene dada por la línea de escape completa firmada por Akrapovic, con los componentes fabricados en fibra de carbono y con la tija superior optimizada.
Eso sí, uno de los detalles más llamativos que ofrece Aprilia es el carenado con alerones al más puro estilo MotoGP. Como suele suceder, la producción siempre acaba beneficiándose de los avances de la competición y los italianos han sido los pioneros en este campo de la aerodinámica, poniendo al alcance de la gente los tan famosos alerones desde hace un par de años.