Los preparadores son una especie aparte dentro de los aficionados al motociclismo. Son los encargados de llevar hasta el extremo cualquier ocurrencia con tal de destacar entre el resto y la Indian que hoy os traemos es seguramente uno de los mejores ejemplos que se pueden poner.
Se llama Indian Super Scout y dentro de su estilizada figura se esconden dos detalles que pueden haber pasado desapercibidos en un primer momento. El primero es algo más que una moto de aspecto retro, es una Scout fabricada en base a cómo se hacían las cosas en los años '20, el segundo es que su alimentación está forzada mediante un turbo.
Un homenaje con hasta 200 caballos vía turbo
Sí, has leído bien. La Super Scout ha sido una ida de olla materializada por Anders Lundgren y Lasse Sundberg para rendir homenaje al cofundador sueco de Indian: Oscar Hedstrom.
El resultado de colocar un turbo Garret 25 con refrigeración líquida al motor bicilíndrico es una custom antigua con una potencia que se sitúa en algún punto en la horquilla entre 150 y 200 caballos de potencia dependiendo de la presión que se le ordene insuflar al sistema de sobrealimentación.
"Queríamos hacer una moto relacionada con la historia de Indian y que al mismo tiempo representase su espíritu de carreras y un guiño a la tecnología moderna con la que la marca trabaja hoy mano a mano", asegura Anders. "El modelo Scout es la elección perfecta y utilizamos la denominación Super Scout como tributo a las Indian imbatibles en los circuitos de carreras".
Pero hay algo de truco y es que el motor, la bomba de combustible, el reenvío del cambio y el faro delantero no son viejos sino que han sido tomados de una Scout nueva. El resto prácticamente ha sido hecho a medida empezando por un bastidor único creado en tres piezas por Sundberg.
Todos los colectores y las conexiones con el turbo han sido creadas a mano para que en el montaje final quedasen lo más agrupadas posible, contribuyendo a esa imagen minimalista y compacta, sin nada que desentonase más de la cuenta.
En contra de lo que podría parecer por su aspecto clásico, esta Super Scout utiliza tecnología del siglo XXI con una ECU programable, arranque sin llave y conectividad Bluetooth para monitorizar los datos del motor y ajustar su funcionamiento a través de un iPad.
Donde iría colocado el depósito de combustible se ha hecho una carcasa que simula las formas del tanque de los años '20 y en cuyo interior se oculta todo el equipamiento electrónico, mientras que el depósito real se encuentra oculto de manera elegante bajo el asiento, integrado en el chasis.
Complementariamente se ha utilizado una luz trasera de LED, los radiadores de una Honda CRF450R, un kit de frenos Beringer que simula ser un buje con freno de tambor y una suspensión delantera W&W para Indian de doble paralelogramo deformable que le da esos aires tan retro como guinda del pastel. En el eje trasero se ha optado por una solución poco convencional al integrar en una misma pieza el disco de freno y la corona de la transmisión.
Los preparadores no han revelado cuál es su precio, pero Anders ya ha dicho que si nadie la compra a él no le supone ningún problema porque estará encantado de seguir usándola a diario.