Imagina que pudieras coger las mejores piezas disponibles de las distintas Ducati y unirlas para crear una moto única, ¿qué partes escogerías? Esto mismo es lo que se planteó Kris Reniers, de Bélgica, cuando empezó a pensar en la customización que quería hacer sobre un chasis de una Ducati 750SS.
El resultado es esta especie de Frankenstein en forma de moto que han bautizado como Ducati Distinto. “Es un poco bastarda, pero fue a propósito” dice Kris sobre su moto custom. Lo que está claro, es que el conjunto de la selección ha dado como resultado algo precioso.
"Solo tenía el chasis y los papeles"
“No todo lo que hace Ducati es hermoso” les dice a nuestros compañeros de BikeExif y se trata de una combinación de cada parte que le gusta de una Ducati a su propietario. Un chasis de una 750SS de finales de los 90 fue el detonante de su idea, compró únicamente el chasis y la documentación y se lanzó a por el proyecto.
El trabajo mecánico, eléctrico, de fabricación y de pintura ha corrido de su mano, pero ha sido un amigo suyo, Christophe Heyligen, el que le ha ayudado a conceptualizar todas las ideas que se le pasaban por la cabeza sobre lo que quería que fuese el resultado final.
El motor y la electrónica proceden de una Monster 900ie del 2001, “Siempre me ha enamorado Ducati por el sonido de ese motor”. El carenado es de una versión de carreras de la Ducati 900SS y como venía sin ningún tipo de alojamiento para las luces, Kris tuvo vía libre para colocar un pequeño faro descentrado en la parte delantera.
El depósito de combustible es de una 750 Sport de los años 80 pero con un toque de estilo próximo a las motos de resistencia. El basculante es de una 1000 SS, las horquillas delanteras y los frenos Brembo son de la Monster 900 ie, pero con muelles más rígidos y las ruedas las ha cogido prestadas de una Monster ST4.
Los colectores de escape están fabricados en acero inoxidable y son personalizados. Terminan con un silenciador stubby. La caja del filtro de aire pronto desapareció de la ecuación del diseño y se ha sustituido por un par de filtros K&N. Para terminar el conjunto se montó un velocímetro Motogadget y unas luces de freno de LED colocadas sobre el basculante.
Otra de las cosas que no pasa desapercibida es la decoración. Los colores blanco, verde y dorado elegidos por Kris hacen perder la cabeza a cualquier aficionado a las carreras de resistencia, pero también a los enamorados de las cafe racer. Y lo mejor de todo es que fue el mismo el que se encargó de todo el proceso de pintado.
Estamos seguros de que realmente estamos ante algo “distinto” dentro del mundo de las preparaciones, y más si tenemos en cuenta de todo el trabajo que su propietario ha realizado con sus propias manos partiendo de cero con un chasis y una documentación.