Cafe Racer, los inicios y la genialidad de los recursos disponibles

Cafe Racer, los inicios y la genialidad de los recursos disponibles
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En los años 50 y 60, poco después de que se acabaran las restricciones de combustible en el Reino Unido, transformar tu moto o construir una moto a tu medida era algo bastante habitual. Además en esa época la floreciente industria británica ofrecía opciones casi ilimitadas entre las que elegir, de esta manera aparecieron nombres que actualmente nos suenan como TriBSA, Norvin o Triton. Y es este último nombre el mejor abanderado de lo que se cocía en esa época.

Por un lado teníamos uno de los mejoras chasis que se fabricaban en la época, el Norton Featherbed. Un chasis producto de la imaginación e ingenio de Rex McCandless, un ingeniero aeronáutico que en los años 40 pensó que las motos necesitaban un chasis mejor que los cuatro tubos mal soldados que se utilizaban en la época y que en el mejor de los casos procedían de bicicletas.

El primer paso fue concebir un sistema de basculante trasero, que llamó Spring Heel (quizá influenciado por la leyenda victoriana del Spring Heeled Jack) El invento se instaló en algunas BSA de campo e inmediatamente se apreció lo bueno que era. El siguiente paso fue crear el chasis de doble cuna con tubo Reynolds 531 alrededor de los motores Manx 500 y 350 de competición. La primera parte de la leyenda estaba servida.

Chasis Featherbed recreado

Por otro lado Triumph se había ganado una reputación gracias a las prestaciones de sus motores bicilíndricos. Motores desarrollados por otro ingeniero apellidado Turner que fue capaz de estrujar los vetustos diseños de los años cuarenta para extraerles todo su potencial. Por ejemplo a mediados de los años cincuenta la marca consiguió el récord de velocidad en el lago salado de Bonneville con uno de esos motores que luego sería utilizado en las Triumph Boneville.

Pero faltaba una tercera pata para alcanzar la conjunción, y esta fue la creación de una categoría de coches de competición de bajo coste en los años cincuenta. ¿Y esto que tiene que ver con las motos? Pues la explicación es que estos coches de carreras no podían utilizar motores de más de 500 cc, con lo que los motores monocilíndricos de Norton se convirtieron inmediatamente en objeto del deseo de los participantes en la categoría. El problema es que los señores de Norton no querían vender motores sueltos, con lo que en poco tiempo quedaron huérfanos un buen montón de chasis Featherbed procedentes de las motos completas que se vendían y que se canibalizaban para la fórmula automovilística.

Silverstone 100 1955

Los aficionados no tardaron en darse cuenta de esto y casi inmediatamente empezaron a aparecer esas primeras Cafe Racer. Y con ellas los primeros “manitas” que eran capaces de afinar casi cualquier moto y hacerla rápida y fiable, pero esto lo repasaremos en la siguiente entrega de la serie.

Las motos de la época no eran precisamente lo más divertido del mundo, sobre todo cuando se trataba de jóvenes inquietos que lo que querían no era una moto para ir al trabajo a diario, si no algo excitante que corriese, que frenase y con luces y ruedas que funcionasen como dios manda. La mayoría no podía comprar motos de más de 250 cc, e incluso algunos modelos de mayor cilindrada no era posible comprarlos en el Reino Unido aunque tuvieses el dineral que costaban. Así que la mayoría se dedicaba a extraerles el máximo de prestaciones a sus motos, y en cuanto alcanzaban algo de nivel daban el salto a motos de más cilindrada sobre las que aplicaban los conocimientos adquiridos con las motos pequeñas.

BSA Riders, Ace Cafe 2007

Sólo faltaba un lugar en el que reunirse estos aficionados a la velocidad y las preparaciones. Y ese lugar fueron lo que en España llamamos bares de carretera, que habilitaron espacios para que estos nuevos usuarios de las carreteras formasen parte del negocio. Así junto a los bares en los que los camioneros comían o compraban suministros para la ruta empezaron a verse jóvenes con sus ruidosas motos que escuchaban “ruidosa” música en las modernas Juke Box e incluso pusieron de moda las cafeteras expreso importadas de Italia. Además la red de carreteras británicas empezaba a crecer y la policía hacía bastante la vista gorda con los excesos de velocidad, con lo que se empezaron a ver carreras entre los diferentes cafés a ver quién era el más rápido en llegar a cada uno de ellos.

Había nacido lo que hoy conocemos como el movimiento Cafe Racer, con sus sombras y sus luces. Sombras entre las vidas que se perdieron por culpa de estas alocadas carreras, y luces en los conocimientos tecnológicos que se desarrollaron gracias a la ingente investigación que hacía toda esta gente para mejorar sus monturas.

Continuará...

En Motorpasión Moto | ¿Tu sabes lo que es una Café Racer? Fotos vía | 500 Owners Association; Old Brits: Ronsaunders47; Wikimedia

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