Los más rápidos habrán notado que cierto personaje aparece en la segunda foto de la prueba de la Honda CB1100 con un casco extraño en la cabeza. Y cuando digo personaje, me refiero a mi mismo y a mi casco porque ya no es el Airoh que todos conocemos sino otro diferente en el que se pueden apreciar los colores blanco y rojo. Este casco hace que ahora Morrillu pase a ser... Morrillu 2.0.
Este casco trae tras de si una personalización y con ello, un duro trabajo entre bastidores para poder llegar al resultado que estáis viendo en las fotos. Un trabajo del que se ha encargado Miki Viñola de MK Art Productions y gracias al cual os podemos contar exactamente qué trabajo hay detrás de la personalización de un casco. Poneros los guantes no os vayáis a manchar de pintura que empezamos.
Personalización de cascos: el despiece
El primer paso que hay que hacer para personalizar un casco es desmontarlo completamente: pantalla, mecanismos de pantalla y acolchados laterales y superiores. Además, muchos de los cascos actuales ya llevan ventilaciones con posibilidad de recambiar, con lo cual son de fácil extracción.
En el caso de este Schuberth SR1 es así, al igual que la calota interior de porexpan, que también en este caso existe la posibilidad de extraerla para quedarnos únicamente con la carcasa exterior de composite de fibras.
Personalización de cascos: el lijado y preparación
El siguiente paso se trata de sacar la capa de barniz que viene de fábrica. Lo hacemos con papel de lija al agua de diferentes granos hasta dejarlo completamente liso. En este caso en particular, al ser un casco completamente nuevo no hace falta aplicar la capa de imprimación ya que la base que aplican en el proceso de fabricación del casco es de lo mejorcito para trabajar.
Otro caso completamente diferente sería cuando el casco tiene diseño o ha sufrido algún golpe y hay que aplicar masilla con lo que además de ligar la superficie hay que darle una primera capa de imprimación para igualarla y que sobre ella pueda agarrar perfectamente la pintura.
Personalización de cascos: el enmascarado
Quizás uno de los pasos más importantes ya que dependiendo del tiempo que le dediquemos, podrá diferenciarse un trabajo bueno de uno muy bueno. Es imprescindible tapar todo aquello que no va a ser pintado ni barnizado, es decir, gomas de la pantalla, gomas del perfil inferior del casco y agujeros con roscas.
Una vez hecho esto, empezamos a marcar con cinta las líneas del diseño que tendrá el casco y que previamente se ha realizado en ordenador para poner en común con el propietario del casco. Hay que tener en cuenta en este caso que, como la base es blanca, procuaremos tapar desde el principio todas las partes del casco que sean blancas. De esta forma se consigue ahorrar pintura y a la vez tener las mínimas capas posibles para que al finalizar el trabajo quede lo más liso y fino posible.
Personalización de cascos: el pintado
Pulso y maña para pintar todas las superficies necesarias mediante una pistola de aire comprimida conectada a un compresor. Mucha práctica para conseguir que la pintura cubra toda el casco de forma homogénea.
Si hay varios colores superpuestos habrá que ir dejando secar y enmascarando a medida que sea necesario de forma que los colores se vayan cubriendo uno a otro y solo se pinte lo estrictamente necesario.
Personalización de cascos: logotipos y textos
En este diseño aparece un logotipo trasero junto con un par de nombres en blanco sobre negro degradado en la parte inferior. El logotipo del Hombre Piedra con las letras de Morrillu debajo tiene múltiples técnicas de realización.
Se pueden realizar plantillas tanto a mano como con un plotter y situándola sobre el casco, proceder a pintarlos. También se puede pintar parte a mano alzada, directamente con el aerógrafo o incluso mediante técnicas de pincel.
Los dos nombres están hechos con una plantilla de las letras pegada sobre el blanco de fondo y pintando toda la parte negra que los envuelve con aerógrafo, para aplicar ese degradado hacia abajo que a la vez da profundidad a la zona. Lo mismo ocurre en la parte de la mentonera, dando efecto a los nervios que ya tiene el propio diseño del casco.
Finalmente el número también se trata de una plantilla realizada a mano y aplicando la pintura negra con mayor o menor intensidad según la profundidad que le queramos dar.
El logotipo frontal de Schuberth es la pegatina original, sacada con cuidado para realizar todo el trabajo y pegada al final antes del barnizado final.
Personalización de cascos: el barnizado
Llegamos a la parte más importante del proceso. Todo lo hecho hasta el momento puede irse al traste sin darnos casi ni cuenta. Es importantísimo realizar el barnizado en un lugar sin polvo y hacerlo con tranquilidad.
Debemos aplicar la misma cantidad de barniz en todo el casco y hacerlo poco a poco, con varias manos. No querer aplicar el barniz todo de golpe porque entonces pueden aparecer gotas o excesos de barniz, que desmerecen el diseño.
Una vez realizadas las manos pertinentes hay que dejar secar el casco a la intemperie (48h-74h) o con cabinas de secado que aceleran ese proceso. Finalmente, y aunque parezca extraño, se vuelve a lijar el casco una vez seco con una lija algo más fina que la del principio y una vez lijado de nuevo se vuelven a dar una, dos o las manos que hagan falta de barniz para dejarlo perfecto. Así se consigue dar uniformidad al casco y provocar que el barniz brille todo lo que de él se espera.
Hecho esto se deja secar de nuevo y una vez seco se extraen todas las cintas que ocultaban las gomas, roscas y demás. Es muy recomendable, antes de ensamblar todo y entregar el casco poder tener una pulidora (que no lijadora) que acabe de pulir cualquier impureza que pudiese quedar y abrillante el acabado al máximo.
Personalización de cascos: el montaje y la entrega final
Como paso final hay que dejarlo todo tal y como estaba. Se colocan las ventilaciones, los alerones, los mecanismos, los interiores y todo lo que hayamos extraído al principio. Ya lo tenemos bien guapo para la sesión de fotos que le espera para poder presentarlo más tarde en sociedad.
El casco se envía al cliente y solo queda ver la cara, de felicidad o enfado, según su nivel de satisfacción con el trabajo realizado.
A partir de ahora que no os despiste el casco. Debajo seguirá el mismo apasionado de las dos ruedas pero luciendo un diseño completamente personalizado gracias a las buenas manos de Miki Viñola, de MK Art Productions y del cual podéis ver más trabajos en los enlaces que os ponemos a continuación.
Y sí, del Schuberth SR1 haremos una prueba en breve.