El pasado 6 de octubre tuvo lugar en el Circuito de Barcelona – Catalunya una nueva cita del Campeonato Mediterráneo de Velocidad. En él se engloba una categoría que debutaba este año y de la que os hablamos hace tiempo: la Copa Honda CBR250R.
Allí pudimos participar como pilotos invitados gracias a la generosidad de Honda-Montesa que nos proporcionó todo lo necesario para batirnos en duelo con los chavales que están disputando el campeonato y ver, en primera persona, si esta copa monomarca es tan buena como nos pareció de puertas para fuera.
Copa Honda CBR250R: en qué consiste
La Copa Honda CBR250R se ha creado con un objetivo muy claro: servir de antesala de los distintos campeonatos, tanto de Moto3 para los que más adelante quieran disputar carreras en esta categoría o bien en los de motos derivadas de serie, como Supersport.
Precio contenido, fiabilidad mecánica y máxima igualdad. Lo importante no es la moto ni lo que se invierta en ella sino el piloto que va encima. Por ello con una parrilla de motos idénticas es donde de verdad sale a relucir el talento de los chavales que las llevan.
Para ello se optó, sabedores del éxito que ha tenido en otros países, por elegir la Honda CBR250R. Una moto que a priori podríamos pensar que precisamente no destaca por su deportividad pero que gracias a las modificaciones incluidas, es capaz de defenderse dignamente en circuito como veremos.
A partir de una Honda CBR250R estándar, se le ha añadido un kit HRC y otros elementos que consigue que la potencia pase de los 21 cv de serie a los 27,5 cv a 8.250 vueltas del modelo Race Ready con un peso total de 120 kilos.
Pero las modificaciones no acaban ahí. Gracias a la colaboración técnica de varias marcas (Impala, Project Racing, Ohlins, Galfer, IXIL, Bridgestone y Andreani-MHS Ibérica), se ha dotado a las pequeñas CBR's de todo lo necesario para poder correr en el circuito:
- Sistema de escape IXIL compuesto por colector y silencioso
- Frenos Galfer: discos, pastillas y latiguillos
- Piñon más corona
- CPU Programable (mapas de encendido) y sensor de inclinación racing
- Interruptores para limitador de velocidad en pit lane y para mapas de encendido
- Indicador de límite máximo de revoluciones
- Amortiguador Ohlins multiregulable y horquilla modificada regulable en precarga
- Quick Shifter
- Mando rápido de gas
- Manetas multiregulables y amatibles
- Kit de estriberas y semimanillares racing
- Motor precintado
- Caballete de mantenimiento
- Neumáticos Bridgestone Battlax Slick
El precio de todo esto es de 5.600 € más IVA. Se incluye por supuesto todas las piezas originales de la moto que se han retirado así como la documentación, el kit completamente instalado, traje de cuero de la copa y servicio de asesoramiento en carrera tanto por parte de HRC como de Andreani MHS para el reglaje de las suspensiones y de Bridgestone para los neumáticos.
El control por parte de la organización es exhaustivo, tal y como pudimos comprobar. Todo ello para garantizar la igualdad de la que hablábamos al principio. Tanto los neumáticos como los precintos del motor, los CDI's son revisados durante las carreras y al final de las mismas, varias de las motos pasan por un banco de potencia y así verificar que no se ha buscado de forma ilegal aumentar las prestaciones de las Honda CBR250R.
Ocho son las pruebas de las que constaba la temporada, de las cuales quedan todavía tres por disputar: 3 de noviembre en Calfat, 9 de noviembre en Cheste junto al Campeonato del Mundo de MotoGP y 24 de noviembre en Motorland.
Cada prueba se disputa en un único día. De esta forma se contienen los gastos, uno de los aspectos más cuidados. Es más, hasta la fecha no se había abierto ningún motor de ninguna de las motos para mantenimiento, demostrando la fiabilidad de la que hace gala este modelo.
El domingo se disputan los entrenos libres, cronometrados y dos carreras; una de ellas entre 35 y 40 kilómetros y la otra entre 40 y 45 kilómetros.
Está abierta a todo tipo de pilotos de entre 12 y 23 años y como premios, el ganador conseguirá una jornada de pruebas en un equipo del CEV de Moto3 a lomos de una Honda NSF250R. Pero además, el primer clasificado que tuviese entre 14 y 19 años tras la prueba de Montmeló, disputaría como piloto invitado la prueba de la European Junior Cup que tuvo lugar en Jerez conjuntamente al Campeonato del Mundo de Superbikes sobre la Honda CBR500R. Precisamente este detalle nos da pie a hablar de lo siguiente.
Copa Honda CBR250R: una magnifica escuela
Sin querer destripar lo que os contaremos mañana, ya a lomos de la Honda CBR250R, sí os podemos adelantar que es una magnífica escuela. Y con cifras os demostraremos hoy lo que podréis leer mañana:
Mika Pérez fue el piloto que tuvo el honor de correr en Jerez en el European Junior Cup. Nunca había rodado allí y por supuesto no se había subido nunca a la Honda CBR500R. Se clasificó segundo para luego liderar en varios momentos la carrera y finalmente acabar sexto debido a los rebufos pero a 0,027 segundos del ganador. ¡Ni un parpadeo!
Por otro lado, cuatro pilotos de la Copa Honda CBR250R fueron preseleccionados para la Red Bull Rookies Cup del 2014, quedando todos ellos finalistas: Héctor Garzo, Óscar Gutiérrez, Marc Miralles y el propio Mika Pérez. Al final, Óscar Gutiérrez fue el que se llevó el gato al agua y correrá el año que viene en esta ya mítica copa monomarca.
Mañana, ya con el traje de cuero enfundado, llega la hora de intentar no ser demasiado humillados por estas pequeñas fieras pero sobre todo, de disfrutar y como no, también aprender cómo algo aparentemente sencillo puede ser una gran escuela.
Continuará...
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