James Bruton tiene una imaginación sin límites. Este manitas no es que solo tenga imaginación, sino que también tiene los conocimientos para llevar a cabo sus ideas. Pues este ingeniero mecánico, inventor y youtuber ha creado una moto eléctrica un tanto curiosa.
Es una moto omnidireccional y que mantiene el equilibrio por sí misma. Una loca combinación que ha resultado en uno de los inventos más visitados de YouTube en los últimos tiempos. Y contra todo pronóstico, funciona a las mil maravillas.
Utiliza unas ruedas mecanum industriales
Este invento tiene tela. Esta atípica creación tiene su intríngulis detrás. El corazón de esta moto eléctrica son cuatro ruedas mecanum que mantienen el equilibrio por sí mismas y pueden girar literalmente en cualquier dirección.
Te preguntarás, ¿y qué son ruedas mecanum? Su diseño permite el control de los tres grados de libertad en el movimiento plano. En otras palabras, mucha flexibilidad en términos de movilidad y resistencia. Principalmente se utilizan en máquinas industriales y robots. Robots, precisamente en lo que este youtuber está especializado.
El interior de estas ruedas, y aquí está el 'quid' de la cuestión, tiene multitud de rodillos en posición diagonal. Tiene dos pares de estas ruedas mecánicas que se colocan para moverse en oposición entre sí, mientras que las correas son impulsadas por los cuatro motores eléctricos.
Lo mejor de todo es que este invento lo ha hecho en el garaje de su casa con una impresora 3D. Otras cosas no, como la rueda exterior, que es de madera contrachapada.
En el interior se esconde una caja de control electrónica construida y programada por él mismo. Esa especie de ECU controla cómo funcionan las ruedas grandes para compensarse entre sí utilizando los principios de los robots que también se autoequilibran. Pues el resultado es una moto autoequilibrada y omnidireccional.
Los controles manuales son bastante sencillos. En una moto habitual solo gira el puño derecho, pero en este invento lo hacen los dos, tanto el izquierdo como el derecho. Además, se juega con unos interruptores de palanca que controlan la dirección en la que los puños se mueven. Parece difícil, pero en realidad es bastante más sencillo como demuestra en el vídeo.
Lo curioso de todo es que funciona. Dentro de casa es hipnótico verlo circular en cualquier dirección. El inventor va un paso más allá y lo saca al exterior, en un parking cerrado donde es capaz de maniobrar perfectamente la curiosa moto. A decir verdad, podría ser muy útil patentarla para moverse por pequeños lugares industriales, por ejemplo.