La Suzuki SV650 es una de esas motos incombustibles, fiables y con un alto grado de satisfacción. Superpoblaron las carreteras con una propuesta razonable pero equilibrada y su reputación ha dejado huella entre los aficionados.
Aún así y pese a que Suzuki ha recuperado el modelo desde 2016, nunca ha sido una de esas motos canallitas dadas al mundo de las preparaciones. Esta que os traemos hoy es una de las pocas que se han realizado sobre ella y el resultado es perfecto para los amantes de las oldies.
Una oda a las Suzuki GSX-R750 de Resistencia
Seguro que muchos de los aquí presentes se acuerdan de la Suzuki SV650. Aquella moto de cilindrada media de Hamamatsu en versiones S (semicarenada) y N (naked) llegó al mercado en 1999 con una propuesta muy razonable, atractiva y equilibrada que le valió para convertirse en toda una superventas.
Aquella primera generación contaba con un motor de dos cilindros en uve a 90 grados con 64 CV de potencia para un conjunto con un peso sobre la báscula inferior a los 200 kg con todos los llenos hechos.
Además, estéticamente era bastante atractiva, algo que unido a un chasis sobredimensionado de cotas nobles y unas suspensiones simples pero suficientes sirvieron a la SV650 para ganarse un hueco importante en las carreteras de todo el mundo. Especialmente gracias a un precio contenido en relación a la competencia del momento.
De aquellas Suzuki SV650 hoy no se ven demasiadas, pero siguen mostrándose como motos fiables e interesantes. Tanto como para que un taller rumano, Bandisca, haya decidido darle una segunda oportunidad a una de estas unidades y convertirla en un renacimiento para las Suzuki GSX-R clásicas que no está nada mal.
Tomando una SV650S de 2001 como donante original y la GSX-R750 de 1990 como modelo a seguir, la pareja formada por Alf y Mihaela empezaron a diseñar una oda a las motos de resistencia noventeras.
El carenado superior es una pieza réplica de una GSX-R del 90 que necesitó un buen puñado de horas para adaptarlo a las formas de la SV, mientras que en la parte trasera se realizó un subchasis específico en aluminio. El depósito de combustible no cuadraba por sus formas con el resto del conjunto y recurrieron a uno de Honda NTV.
En el tren delantero instalaron una horquilla invertida Showa ajustable a la que se anclan unas pinzas de seis pistones mientras que en el eje trasero se recurrió a un monoamortiguador YSS.
Para Alf el motor de serie está excesivamente capado, así que exploró los límites de esta pequeña moto de carreras con una preparación exhaustiva. Culata afinada, carburación, embrague de carreras, bomba de agua, escape artesanal con silenciador Spark GP, válvulas... todo lo necesario para correr en la Glemseck 101.
Al final del proceso de transformación, Bandisca bautizó a su SV650 con el apodo 'Caballo de Hierro', un corcel vestido con un traje con los colores oficiales de Suzuki en las carreras y prácticamente todo el resto de elementos acabados en negro, llantas en el mismo color con los bordes pulidos y un doble faro delantero LED con el toque retro proveniente de una de las luces en amarillo.
Esta preparación es de esas que aparentemente son simples pero que funcionan de una manera más allá de lo estético. Algo muy parecido a la Kawasaki ZXR900 de Japan Legends sobre la base de las Kawasaki Z900.