Hace casi dos años empezamos a ver los primeros frutos del proyecto Fast Forward de Piaggio (PFF), una iniciativa revolucionaria que pretende cambiar por completo la concepción de una marca dedicada a fabricar motos con una nueva visión de futuro, tecnología y servicio.
Estos dispositivos no se han quedado en una mera idea de exposición sino que Piaggio ha seguido trabajando en ellos y poniéndolos a prueba en diferentes entornos. El feedback ha sido tan positivo que, ahora, PFF ha anunciado la apertura de unas segundas instalaciones en Boston para la fabricación de estos R2D2 de colores pastel.
Gita sigue evolucionando para servir a los humanos
Los dispositivos de carga autónomos son, a la vista de Piaggio, una vía de desarrollo de futuros conceptos en la que pueden utilizar tanto su tecnología como los procedimientos de construcción de la marca italiana, aplicándolos a un ámbito mucho más mainstream.
Pese a que sus prototipos Gita y Kilo parecían poco más que adaptaciones de robots de Star Wars con colores vistosos, lo cierto es que estos pequeños vehículos autónomos eléctricos representan una de las tendencias hacia las que puede derivar la tecnología en unos pocos años: los robots de servicio personal.
Los Gita son unos pequeños transportistas peatonales que siguen a un humano a pie, pudiendo cargar con un peso de más de 20 kg. Su uso puede hacerse tanto de día como de noche y en entornos exteriores como dentro de edificios, por lo que se puede convertir a corto plazo en un aliado para los repartidores de mensajería o para entornos productivos donde una persona tenga que repartir material entre varios puntos sin tener que cargar peso.
La velocidad máxima de Gita es de 35 km/h y, además de seguir a un peatón, también puede seguir rutas previamente programadas de manera autónoma. Su mecánica es eléctrica y es autobalanceado, pero existe un proyecto denominado Kilo que añade una tercera rueda a su estructura y puede soportar cargas de hasta 100 kg.
Durante estos dos años Gita ha evolucionado y se ha convertido en Gita Alpha. El robot ha perdido parte de su curiosa forma esférica y ahora se parece más a una papelera con ruedas, se han incrementado el número de sensores en la parte delantera y el acceso a la zona de carga se ha mejorado.
La parte inferior se ha reforzado para ser más resistente a los impactos y la parte superior ha crecido ligeramente. De hecho la capacidad de carga ha aumentado en 2 kg, ya que antes sólo podía albergar 18 kg (no han hecho público el dato en litros).
Para continuar con el proyecto, PFF se ha hecho con una nueva fábrica en Boston (Massachusetts, EEUU) donde al menos los Gita según han confirmado desde Piaggio van a ser diseñados y ensamblados en una factoría con más de 3.000 metros cuadrados dedicados al ensamblarje y producción. Estas instalaciones se unen a las oficinas de PFF en Charlestown.
La elección de Boston por parte de Piaggio no ha sido casual y es que la ciudad americana se está consolidando como uno de los centros tecnológicos de robótica líderes a nivel mundial. "Boston es la piedra angular de la robótica", ha asegurado Michele Colaninno, presidente de PFF, señalando también que es donde "encontramos el terreno más fértil para hacer crecer nuestras ideas".
El objetivo de Piaggio es crear un producto innovador, eficiente y de alta tecnología que además sea un dispositivo de transporte. Jeffrey Schnapp, director de PFF, ha apuntado en este sentido que la decisión de fabricar sus productos en Boston es "el paso correcto para obtener un resultado de calidad".
La implantación de una marca como Piaggio y sus filiales en Boston también ha complacido a las autoridades locales como el Secretario de Desarrollo Económico de Massachusetts, Jay Ash, y el Alcalde de Boston, Martin Walsh, quienes han puesto todo de su parte para que la marca italiana se asiente en la ciudad estadounidense.