Un barrio residencial en Maryland, Estados Unidos, se ha convertido en todo un caos. La calle Kensington conecta dos vías, y eso es lo que la hace tan ocupada. De no hacerlo, por allí solo transitarían y aparcarían los coches y motos de la zona.
Motos y coches pasan a velocidades de hasta 80 km/h, según algunos de los vecinos. Hasta sus propiedades han sufrido daños como consecuencia. Y cansados de la situación, han tirado de ingenio y cultura para parar el problema: un radar 'fake' con libros.
En el interior del cubículo hay libros sobre seguridad vial
Estar en tu casa tan tranquilo y saber que te han tirado el muro o te han golpeado el vehículo, no es plato de buen gusto. En esta calle de un barrio residencial de Maryland es el pan de cada día. "Pasan a 60 u 80 km/h", se quejan algunos vecinos.
Al unir dos calles principales, el barrio residencial es todo un ajetreo de tráfico: cientos de coches y motos pasan diariamente por allí, y a velocidades no muy legales, denuncian los residentes. Eso ha perturbado a los vecinos de la zona, y uno de ellos tomó una extravagante decisión: instalar un radar 'fake'.
Bueno, no se trata de un radar al uso, pero da el pego, que es el objetivo. "La gente del barrio se ha quejado al condado de Montgomery durante años por el exceso de velocidad, y aunque hay un plan para rehacerlo con badenes y carriles para bicicletas, aún faltan muchos años", dice uno de ellos.
Así que su solución fue instalar lo más parecido a un radar de velocidad para amedrentar a los vecinos. Con dos cubos de plástico de color gris, formó una estructura muy parecida a la de un radar, pero con un detalle: en su interior no había ninguna cámara.
Si nos fijamos bien, en el interior del cubículo hay libros. Pero no cualquier tipo de libros; no encontraremos la última novela negra de Alan Parks o el 'best seller' definitivo de Rebecca Yarros, 'Fourth Wing'. No: son libros sobre educación vial.
'Cómo conducir seguro', 'el libro de cocina para atropellados' o 'guía para no chocar con el coche' son algunos de los títulos que podemos observar en el interior de este falso radar.
El autor no ha sido identificado, pero algunos vecinos apostillan que es una idea graciosa, y desde luego, seguro que alguno se habrá llevado más de un susto al ver de refilón el falso radar cuando pasaban con su moto o coche a gran velocidad.