La oferta es tentadora, ¿un casco que se ve igual que el Arai de 800 euros que quiero pero que me dan por 60? Para muchos, para los amantes de la ganga y lo barato, la decisión está clara. Por desgracia, la cabeza de estos es igualmente sensible a impactos contra asfalto, vehículos, señales, piedras, pájaros… Esta noticia va especialmente para los que en algún momento de debilidad hayáis barajado la posibilidad de comprar vuestro casco en los almacenes de al lado. Y es que resulta que uno de los vendedores de la marca "Jiekai" ha sido juzgado por vender cascos potencialmente letales para el usuario.
Los productos de dicha compañía fueron elegidos por Trading Standards, como nuestra oficina del consumidor, para pasar los tests más básicos de seguridad tras una redada en Peterborough. El Jiekai JK1000 debía pasar por cinco pruebas de impacto, pero en algunos sentidos ni si quiera llegó a poder ser probado. Algunas de las piezas exteriores y de ventilación se doblaban con la fuerza de una mano y, al llegar a los impactos, estallaron tras el segundo de los cinco choques. Esto se traduce, en palabras de Trading Standards, en que una persona que sufriera un accidente con uno de estos productos, se estaría llevando un golpe seis veces superior al mínimo que permite la ley.
Moortaza Walji, el hombre en cuestión, ha sido sentenciado por 15 quince cargos distintos a pagar una multa de 13.000 libras y 180 horas de servicio comunitario. El stock, que portaban hasta una etiqueta CE falsa, será destruido en los próximos días y los clientes que compraron alguna unidad, han sido ya avisados del peligro que corren circulando con ellos.
A estas alturas no debería hacer falta recordar que lo barato, sale caro, y que cuando se trata de protecciones que pretenden salvarnos la vida, más vale olvidarse de un par o tres cenas que acabar criando malvas.
Vía | Visordown
En Motorpasión Moto | Probando el casco a martillazos