El otro día leía con bastante interés una noticia publicada por Josep Camós en Motorpasión en la que nos comentaba que los vehículos matriculados antes de 1960 no tendrán que pasar la ITV periódica en el Reino Unido. Las razones argumentadas son que algunos de esos vehículos históricos por un lado no serían capaces de pasar las pruebas requeridas actualmente, y por otro se reconoce que la mayoría de estos vehículos están en manos de coleccionistas y aficionados que se preocupan bastante más que la ITV en que sus vehículos permanezcan en perfecto estado de uso.
Por último Josep nos recuerda que en España la ITV de vehículos históricos se realizará con la frecuencia que señale la autoridad y en los comentarios también recuerdan que la mayoría de vehículos históricos no pasan una ITV al uso, ya que incluso hay casos en los que hasta se permite que no se usen cinturones de seguridad ni se comprueban las holguras en la transmisión porque se romperían en la prueba convencional (por poner un par de ejemplos).
Esto me lleva a hacer algunas reflexiones en voz alta. Porque en España, si llevo un vehículo al que solamente se le han cambiado los amortiguadores viejos por unos nuevos y se dan cuenta en la ITV me dan dos opciones, o volver a los antiguos o presentar un proyecto firmado por un técnico competente, junto con un certificado de que me los han instalado en un taller homologado. Con el consiguiente trastorno que suponen ambas situaciones. ¿Acaso unos amortiguadores originales no puedo haberlos desmontado y montado mil veces? Y seguramente esos amortiguadores viejos funcionen peor que los que acabo de instalar.
En el mundillo de los Scooter clásicos que es dónde conozco más gente hay quién lleva sus motos completamente modificadas y salvo honrosas excepciones la mayoría son modificaciones que mejoran la frenada, la suspensión o simplemente la fiabilidad de un motor de más de cuarenta años. Y estos mismos “juegan” al divertido juego de desarmar la moto cada dos años para dejarla original, pasar la ITV y luego volver al estado “mejorado”. Alguien de nuestro país pensó que para acabar con esto bastaba con obligar a que todas esas transformaciones debían constar en la ficha técnica del vehículo y así la policía tendría un elemento de juicio a la hora de identificar esos vehículos fraudulentos. Lo que nadie pensó es que al hacer esa ley Anti-Tuning se dejaban fuera el sector de los carroceros de autobuses y camiones, con lo que tuvieron que enfundársela y paralizar la aplicación de esa norma. A día de hoy ya no se como está el tema, pero me temo que seguirá en el limbo de las leyes.
¿No sería más sencillo reconocer que algunas de esas transformaciones son más fiables si las hace alguien que conoce su vehículo infinitamente mejor que cualquier taller o ITV? En Europa hay países donde no se pasa la ITV y no hay problemas con los vehículos transformados por sus usuarios mientras estén dentro de unos márgenes de seguridad, como por ejemplo utilizar materiales certificados. ¿Por qué en España tenemos que ser más papistas que el papa? ¿Nos inventaremos un carnet de coleccionista de vehículos históricos para poder saltarnos esta vigilancia por lo original? Claro que si lo hacemos costará tanto o más que los pasos de homologar una transformación a través del cauce administrativo actual.
Vía | Reino Unido acaba con la ITV para coches clásicos
Foto vía | Wikimedia Commons