En Japón han creado un MotoGP de repartidores en scooter tocando rodilla. Y mola mucho

En Japón han creado un MotoGP de repartidores en scooter tocando rodilla. Y mola mucho
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Japón es un país donde se respira motociclismo. Es el lugar donde nacen muchos de los sueños en forma de dos ruedas: Honda, Suzuki, Yamaha y Kawasaki son de allí. Y por supuesto, hay competición por un tubo. Pero además, de lo más surrealistas, como el que vamos a conocer hoy.

Es una carrera de scooters muy atípica. Aunque oficialmente su nombre es 'Campeón del Box', la idea es que las motos han de ser scooters de trabajo. Es decir, con cajas de reparto en los laterales. Al estilo americano, pero a lo pírrico. Y la verdad que molan mucho.

A ver quién es el 'repartidor' más rápido

En Estados Unidos desde hace no muchos años se puede disfrutar también de unas atípicas carreras: King of the Baggers. El concepto es raro, para los más tradicionales: motos bagger rozando las maletas y tocando rodilla al mismo tiempo. Pues en Japón acaban de crear el suyo propio, pero bastante diferente. Más pírrico, pequeño y accesible.

El 9 de junio disputaron la primera carrera en el mítico Fuji Speedway. En 'Campeón del Box' solo hay un requisito: correr con scooters que parezcan motos de trabajo cargadas con cajas, y que sean de fabricación japonesa pura. Por ejemplo, la mítica Honda Super Cub.

Aquí no hacen falta grandes motores como en King of the Baggers. Con los scooters se lo pasan bien. Y la moto de cada participante era más estrambótica. Literalmente eran motos de reparto, con sus respectivos cajones detrás, sus cúpulas altas... Pero en realidad estaban preparadas hasta los dientes.

Sc 2 2024

El objetivo era "dar prioridad a las personas que quieran andar en motos antiguas y divertirse con sus amigos". El reglamento solo estipula que han de ser motos de 50 centímetros cúbicos refrigeradas por aire, y que sean entusiastas de este tipo de motos. De hecho, hay una categoría igual, pero sin maletas. Y ahí sí que hay bastantes participantes más con todo tipo de modelos.

En la primera edición hubo solo cinco participantes, pero para la próxima ya se han apuntado unos cuantos más, apunta el organizador. Los pilotos van ataviados hasta arriba con monos, botas, casco y guantes, como si estuviesen corriendo encima de una superbike.

De hecho, no se privan de tocar rodilla. Aunque la disciplina todavía está en pañales, los primeros interesados ya han participado en la primera edición. Un concepto distinto que busca que todos los aficionados a las motos tengan su lugar, también en los circuitos. Y la verdad que mola.

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