Moto y aventura son sinónimos. Y hay quienes llevan la pasión muy arraigada. Ejemplo: Markus Andre Mayor. Un alemán muy aficionado a las motos desde los 16 años. Este germano vive por y para las motos. Su historial sobre la moto es grande, pero su última hazaña, colosal.
Markus ha dado la vuelta al mundo en 80 días. Y lo que tiene más mérito aún: en scooter. Y no en uno, sino en tres: tres scooters clásicos de dos tiempos de entre 7 y 14 CV "para ahorrar dinero, complicaciones y tiempo". Y lo ha conseguido.
El punto de partido: el kilómetro 0 de MadridMarkus es un 'recordman', un hombre de récord. Entre todas las marcas de motos que ahí fuera, este alemán profesa especial cariño por las Vespas. Se las conoce al dedillo. Sus hazañas a lo grande empezaron en 2014, y duraron hasta 2018, año en el que se plantó para cumplir su sueño.
Entre 2014 y 2024, este hombre ha llegado a recorrer la friolera de 45 países, 140.000 kilómetros y cuatro continentes. Pero la gran aventura llegó en junio de 2018, momento en el que arrancó su vuelta al mundo en Vespa en 80 días.
Este motero natural de Múnich, dejó todo por su proyecto, y eso incluía a su trabajo y a su novia. Una épica aventura en la que ha disfrutado de la vida en el sentido más amplio: "Desde que me ataque un toro, circular atravesando huracanes, ciclones y tornados" hasta hacerse con la mayor satisfacción posible: culminar la aventura y un récord mundial.
Hacerlo sobre una misma moto tendría sentido, pero hacerlo sobre tres, todavía más. La primera Vespa la compró en Estados Unidos un año antes, cuenta. "Lo conduje 10.000 km desde la costa este a la costa oeste para preparar el viaje por el mundo". El segundo lo compró en Utrecht, Países Bajos. Y el tercero, en Madrid, "donde también crucé la línea de meta después de 80 días con escolta policial y televisión nacional".
18 países, 27.113 kilómetros (rodado en Vespas, porque el viaje llevó más sumando otros métodos de transporte, más otros 10.000 de preparación en Estados Unidos el año anterior) y tres continentes después, Markus terminó su viaje en España, donde comenzó, justo en el kilómetro 0 de Madrid. En realidad, el proyecto total fueron 74.000 kilómetros en dos años, ya que hay que sumar la preparación previa.
Y en vez de 80 días podrían haber sido 76 cuando cruzó la frontera en Pamplona, "pero decidí beber vino y disfrutar de una buena comida en un evento de Vespa en España (Valladolid) y terminar el viaje como en el libro de Julio Verne", bromea, no tan en broma.
A un ritmo de 399 kilómetros por día, la etapa más larga fue de 690 kilómetros en un solo día. Con una Vespa, recordemos. Eso supone una media de entre 8 y 16 horas montado en ella. Y para los frikis de los datos, hay unos cuantos.
Por ejemplo, el combustible gastado (1.100 litros), el aceite (24 litros), juegos de neumáticos (12), los vuelos tomados (cuatro), el número de accidentes (dos), las lesiones sufridas (clavícula fuera), enfermedades (como resfriado o diarrea), ataques de animales (un toro y tres perros), objetos perdidos (una chaqueta de moto, una powerbank y una gorra), las tormentas (una en Montenegro, un tifón en Siberia, dos huracanes en Hawái y Virginia y un tornado en Kansas) o hasta los daños que sufrió la moto (un cilindro, dos embragues, dos bujías...).
¿Y el gasto total? Otro dato a tener en cuenta. Dar la vuelta al mundo le costó a Markus unos 25.000 euros, a lo que hay que sumar muchos dolores de cabeza como vuelos, papeleo y seguros.
Fotografías: La Vida Vespa