El sabado pasado estrené moto. Evidentemente, y como os habrá pasado a muchos de vosotros, las ganas de tener mi nuevo juguete en el garaje eran enormes y casi no pude dormir los días anteriores. Por fin llegó el sábado a las 10 de la mañana, y tras una semana "peleando" con todos los seguros para conseguir un buen precio, ya estaba todo listo para el estreno.
El día amaneció soleado, así que no lo dudé ni un minuto y me fui a hacer kilómetros. He de admitir que no soy un devorador de kilómetros como L.Font, y que mis rutas cuando pruebo motos para Moto22 no suelen pasar de los 60 kilómetros al día. Pero ese día "me ataqué" e hice 200 kilómetros sobre la nueva moto.
Hoy casi no puedo mover los brazos, tengo agujetas hasta en músculos que no sabía ni que existían. Hoy me he dado cuenta de que en ocasiones descuidamos la forma física, un factor muy importante a la hora de montar en moto con seguridad.
Mi nueva moto tiene las suspensiones como auténticas piedras, y aunque esto favorece a conseguir una estabilidad en curvas que ya le gustaría tener a muchas de las mejores deportivas del mercado, lo cierto es que mi cuerpo se resiente.
Las navidades son fechas de excesos de todo tipo, y por eso solo quiero recordaros que no debemos descuidarnos cuando después de las fiestas volvamos a coger la moto. Tal vez nuestro estado físico haya cambiado, y éste puede afectar de forma importante a nuestra seguridad al manillar.
Por eso os animo a que disfrutéis de las vacaciones como estoy haciendo yo, pero que tengamos cuidado tanto cuando volvamos a coger la moto como si estrenamos moto como regalo de navidad. Porque no todas las motos son iguales, y ponerse en forma antes de empezar a rodar sobre la nueva moto puede ayudarnos a prevenir algún que otro susto.
Imágen | Biensimple