El aventurero Zef Eisenberg tiene una nueva bestia entre manos. Este entusiasta de la velocidad sobre dos ruedas, que posee varios récords mundiales, ha lanzado la Eisenberg V8, una bestialidad surgida de la unión de dos motores de Suzuki Hayabusa que desarrolla hasta 480 cv y alcanza los 362 km/h.
Esta naked extrema tiene un único propósito: ser terriblemente rápida. Así que ojo a quienes se aventuren a ponerse a sus mandos porque la ausencia total de carenado puede provocar algo más que un simple dolor de cuello.
La Eisenberg V8 tiene un precio de 120.000 euros
Las manos que han obrado la magia corresponden a Zef Eisenberg, un piloto obsesionado con los récords de velocidad. Entre otros atesora los de mayor velocidad punta con una moto de turbina (376 km/h), mayor velocidad en el Reino Unido con una moto naked (362 km/h) y hasta el de accidente en moto a mayor velocidad de la historia de Gran Bretaña: 370 km/h. Ahora su nuevo reto es de ocho cilindros.
Para conseguir su prepósito la Eisenberg V8 esconde un motor descomunal fruto de la unión de dos bloques de Suzuki GSX-R1300 Hayabusa: un tremendo V8 colocado en posición longitudinal. El cárter y los cilindros han sido convenientemente retocados y puestos a punto durante más de dos años hasta cubicar 3.000 cc y alcanzar una capacidad de giro de 10.500 rpm.
Eisenberg podría haber cogido cualquier motor de coche que equipase un V8 para dar vida a su obra, pero el creador opina que los coches usan propulsores mucho más pesados y voluminosos de lo que él quería, así que optó por la vía salomónica de hacerse uno a la carta.
El resultado final salta a la vista. Como no podría ser de otro modo la V8 es una moto descomunal con 1.650 mm de distancia entre ejes y un peso de 290 kg, pero se complementa con algunos elementos llamativos como el enorme basculante trasero de aluminio, el bastidor multitubular o la enorme tija delantera triple mecanizada.
En total Eisenberg ha invertido en su creación más de cuatro años de desarrollo. Un proyecto que se inició en el verano de 2015 y que incluye el parón de casi un año en el que se tuvo que recuperar de las heridas por el accidente sufrido a 370 km/h. Pero hay buenas noticias: ahora ha cerrado un acuerdo con el prestigioso fabricante Prodrive para llevar la V8 a la producción.
Esta fiebre por la velocidad se desarrolla de forma paralela a la pugna que años atrás protagonizaron motos ahora olvidadas por el mercado como las Kawasaki ZZR1400 o la propia Suzuki Hayabusa, con noticias de vez en cuando como la de esta Eisenberg o la PGM V8.
Ahora bien, no es un mundo asequible. La exclusividad, la velocidad exagerada y la potencia a raudales tiene un precio: 120.000 euros en el caso de la Eisenberg V8.
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