Eléctrica, con 70 cv y 200 km de autonomía: La Emflux One quiere poner las pilas a las motos deportivas medias
No hay dos sin tres como suele decirse. Primero fue la custom eléctrica UM Renegade Thor, después la cruiser híbrida TVS Zeppelin y ahora le toca el turno a otra moto 100% eléctrica. La Emflux One es la enésima propuesta eléctrica presentada en la India y que busca calar en un mercado donde todo apunta a que sólo es cuestión de tiempo que dé el salto generacional hacia las motos de cero emisiones.
Emflux One: deportiva, eléctrica y muy prometedora
El motor que equipa la One es un desarrollo propio de Emflux que anuncia una potencia de 53 kW (71 cv) y 84 Nm de par motor con una eficiencia energética del 95%. Con estas cifras sus creadores anuncian que puede superar los 210 km/h y ponerse a 100 km/h desde parado en 3 segundos.
Para conseguirlo, el propulsor recurre a una batería modular de iones de litio firmada por Samsung SDi de 9,7 kWh con los que podría alcanzar una autonomía teórica de 200 km en ciudad o bien de 150 km a una velocidad constante de 80 km/h, lo que no está nada mal.
Los tiempos de recarga se estiman de 3 horas para completar un 80% de capacidad con un cargador convencional de 15 amperios, o bien de 36 minutos con un cargador rápido WARP. La batería viene garantizada por 5 años o 100.000 km, lo que ocurra antes.
También han pensado en la comodidad y podremos mover la One a paso humano. Sólo pulsando un botón la Emflux se moverá a una velocidad constante de 3 km/h para facilitar las maniobras de aparcamiento. Se acabó el empujar.
A nivel de parte ciclo la Emflux One recurre a un bastidor, subchasis y basculante monobrazo de tipo multitubular de acero "fabricado por una empresa puntera en India", según la marca. Delante se incluye una horquilla invertida de 43 mm y detrás un monoamortiguador regulable, en teoría ambos Öhlins, mientras que el equipo de frenos recurre a un doble disco de 300 mm delante con pinzas Brembo radiales y neumáticos Pirelli Diablo Rosso II.
Pero en Emflux no han querido pasar desapercibidos. Por eso su esculpida carrocería que recuerda a las Energica Ego incorpora todas las luces con tecnología LED, la posibilidad de recibir un carenado de fibra de carbono o sustituir las llantas de aleación de serie por una pareja de llantas de aluminio forjado más ligeras.
En el puesto de conducción también hay guiños tecnológicos con un cuadro de mandos de 7 pulgadas completamente digital y táctil que incorpora navegación GPS, WiFi, conectividad Bluetooth, información en tiempo real de la moto, actualizaciones y cámaras tanto frontales como traseras.
Todavía no han hecho oficial el precio del modelo que, a juzgar por las palabras de la propia marca, será idéntico a este modelo presentado en el Auto Expo. Lo que sí han asegurado es que ya aceptan pedidos y que las primeras unidades serán entregadas a principios de 2019.
¿Qué está pasando en India con las motos eléctricas?
No podemos olvidar que India representa el segundo mercado de motocicletas a nivel mundial. Sus cifras asustan: en 2016 se vendieron 17,7 millones de motos, 48.000 unidades al día, o en términos españoles, el equivalente a todas las motos que se vendieron en nuestro mercado en un año se vendieron en India en ¡sólo cuatro días!
En teoría (sólo en teoría) en India están mucho menos preocupados por las cifras de emisiones que en los mercados occidentales aunque los niveles de polución allí son realmente elevados y aún así su mercado está tratando de evolucionar de forma más que palpable hacia un modelo más sostenible que el de aferrarse a los motores de combustión.
¿Por qué? Posiblemente porque ellos no tienen esa dependencia insalvable hacia las prestaciones. Su mercado está rebosante de motos de 200 cc con potencias modestas y autonomías no demasiado amplias, viendo además en las motos eléctricas un plus muy interesante en cuanto a modernidad, tecnología y ecologismo, aunque esto último sólo como valor añadido más asociado con la innovación que con una preocupación real por el medio ambiente.
En cualquier caso en India no paran de evolucionar de una forma constante. Puede que no alcancen nuestro nivel mínimo de exigencia en cuanto a acabados, prestaciones o autonomía, pero eso no debería ser una excusa para que las grandes marcas se pusieran las pilas y estuvieran allanando el camino para un medio de transporte que cambiará de manera obligatoria y que incluso ya está calando en un reducto tan petrolhead como MotoGP con la irrupción de MotoE.