Danilo Petrucci venció a todos en Italia. Se impuso a Marc Márquez y Andrea Dovizioso en un acalorado duelo en la última vuelta, pero también lo hizo a quienes no le dieron la oportunidad y a los que pensaron que, una vez llegados hasta aquí, la aprovecharía en beneficio de su compañero de equipo.
Petrucci consiguió ayer la victoria que ni siquiera había podido soñar. En Mugello, con una Ducati, en duelo con el vigente campeón del mundo y con toda la grada aclamándole. Y por si faltaba heroísmo, con una gripe galopante que apenas le ha dejado abrir los ojos durante todo el fin de semana. Danilo Petrucci ya es historia de MotoGP.
De Superstock 1000 a ganar en MotoGP en ocho años
Si nos vamos diez temporadas atrás, el joven Danilo Petrucci, a sus 20 años, ni siquiera podía soñar con esta victoria. Aquel año Marc Márquez ganaba su primer mundial en 125 cc, Jorge Lorenzo hacía lo propio en MotoGP y Andrea Dovizioso empezaba a ser un habitual en los podios de la categoría reina. Mientras tanto, Petrucci luchaba para ser noveno en el campeonato Superstock 1000 europeo.
El triunfo de Petrucci en Mugello es la victoria del trabajo y la humildad. El éxito de un piloto que destila pasión por las motos por sus cuatro costados. Después de un subcampeonato en Superstock 1000, a Petrucci le llegó la modesta pero a la vez enorme oportunidad de debutar en MotoGP de la mano de Ioda-Suter. El resto ya es historia.
Después de tres años duros, en los que el mejor resultado de Petrucci en la clasificación del mundial fue un decimoséptimo con 26 puntos, el Pramac Ducati se fijó en él. Fue el fichaje que cambió su vida. Llegaron los primeros podios y, después de otras cuatro temporadas, lo más importante, la oportunidad de heredar la Ducati oficial de Jorge Lorenzo.
Muchos apuntaban a que Petrucci sería un piloto fugaz en la formación principal de Ducati. Que Álvaro Bautista volvería de Superbike, que solo le estaba calentando el asiento a Jack Miller y que sería un mero escudero de Dovizioso. Petrucci se ha revelado contra todos en Mugello y ha completado su propio viaje del héroe.
"No tengo palabras para describir este momento. Es increíble, lo he conseguido en el mejor sitio del mundo", exclamaba la sonrisa más brillante de Mugello después de la carrera. A Petrucci le costaba contener las lágrimas dentro del casco pero no perdía la humildad: "este año ya he conseguido mi objetivo, que era el de conseguir como mínimo una carrera".
Sin embargo, seguro que de reojo ya ha echado alguna mirada a la clasificación del mundial. Sí, Marc Márquez parece intratable y su principal rival es su jefe de filas, Andrea Dovizioso, pero Petrucci después de su victoria se pone cuarto, a 33 puntos del español. Y llega Montmeló, otro circuito favorable a la Desmosedici. Si Petrucci vuelve a tener mas ritmo que Dovizioso y la diosa fortuna le guiña un ojo, el italiano podrá seguir luchando por cosas que ni siquiera pudo soñar.
Marc Márquez, un líder sólido y sin fisuras
En cualquier caso, más allá de la hazaña de Petrucci, la resaca de Mugello deja sabor a dominio de Marc Márquez. En un circuito teóricamente desfavorable, y se puede aseverar que en la práctica también, ya que hubieron tres Ducati luchando por la victoria, Márquez se ha quedado a 43 milésimas de la victoria y aumenta su renta en el mundial.
Muy superior en los circuitos que le son favorables y perdiendo por la mínima en los que le van mal. Márquez acumuló un palmarés de leyenda en su etapa más loca como piloto y con la madurez recién adquirida promete tiranizar el campeonato unos años más. Siempre que no se aburra y decida complicarse la vida cambiando de montura, claro.