Las alegrías generalizadas de la primera mitad de temporada en MotoGP 2016
Aprovechando el parón veraniego del Campeonato del Mundo de MotoGP, hemos repasado lo sucedido en las nueve primeras carreras de la temporada, valorando a los pilotos que nos han decepcionado por ofrecer un rendimiento inferior al esperado, o aquellos que nos han sorprendido gratamente. Antes de volver a meternos en harina con el GP de Austria, queremos hacer un tercer repaso, atendiendo a momentos concretos.
Acontecimientos que van más allá de los pilotos que mueven grandes masas y que polarizan las opiniones al contar con legiones tanto de aficionados como de detractores (hablamos de los Valentino Rossi, Marc Márquez o Jorge Lorenzo). Momentos que se destacan por elevar a nivel de protagonistas a actores a los que habitualmente se podría catalogar como secundarios, provocando una alegría generalizada y casi unánime entre los aficionados.
Momentos que unen a la afición
Partiendo de esta premisa, hemos hecho recuento de lo sucedido en las 27 carreras disputadas entre Losail y Sachsenring. Nos han salido nueve de esos momentos inesperados que han puesto de acuerdo, para bien, a la inmensa mayoría de la afición. Aunque la media es de uno por cada Gran Premio, lo cierto es que la mayoría de ellos se han visto concentrados en las dos últimas citas, Assen y Sachsenring, donde la locura climatológica provocó diversos cambios de roles en el reparto de las diferentes categorías:
1. La victoria de Khairul Idham Pawi (GP Argentina)
Uno de esos momentos que quedaran para siempre en el imaginario colectivo de las dos ruedas es la primera vuelta de la carrera de Moto3 en Termas de Río Hondo, cuando entre un espray de agua salpicado de motos surgía la figura de un pequeño malasio de 17 años que parecía rodar con gomas de agua pero que arrasó a los demás con slicks, para disfrute de toda la parroquia motera.
26 vueltas de liderazgo ininterrumpido donde el resto de pilotos sólo pudieron esperar un fallo que no llegaría, lo que convertía a Khairul Idham Pawi en el primer malasio en vencer en una prueba mundialista. El joven Pawi se imponía en la que era sólo su tercera carrera (y repetiría meses después en Alemania), siendo el primero en probar la victoria de una generación de rookies con nombres como Nicolò Bulega, Arón Canet, Joan Mir, Bo Bendsneyder o Fabio Di Giannantonio.
2. La remontada de Brad Binder (GP España)
Un absurdo error de homologación por parte del Red Bull KTM Ajo había provocado una sanción para el sudafricano Brad Binder, que de esa forma se veía relegado hasta la última posición de la parrilla para la carrera de Moto3 en Jerez, después de haber demostrado tener un gran ritmo en entrenamientos.
Binder llegaba al GP de España con esperanzas de estrenar su casillero de victorias en el mundial, pero la sanción parecía convertir la misión en imposible. Brad no compartía esa opinión: les dijo a sus mecánicos que podía remontar y así lo hizo, realizando más de 30 adelantamientos para hacer que su primer triunfo fuese acompañado con una exhibición memorable que fue jaleada por todo el público.
3. El podio de Suzuki (GP Francia)
Había pasado mucho, muchísimo tiempo desde el último podio de la firma de Hamamatsu en MotoGP (Loris Capirossi en Brno 2008), que por momentos se había convertido en una monótona dualidad de Honda y Yamaha, y que la presencia ocasional de Ducati apenas lograba mitigar ligeramente. Fuese Suzuki u otra, resultaba evidente que la presencia de una cuarta marca con opción a podio era necesaria para el campeonato.
Ya desde 2015 se hacía patente que la evolución de la GSX-RR tenía como destino el cajón, que había de llegar más pronto que tarde. Aunque también podía haber llegado de mano de Aleix Espargaró, el claro candidato a conseguirlo era Maverick Viñales, que después de haberlo acariciado en un par de ocasiones aprovechó la caída de Marc Márquez en Le Mans para colarse en el podio detrás de las dos Yamaha y poner fin a la sequía de Suzuki.
4. La victoria de Jorge Navarro (GP Catalunya)
En un fin de semana para el olvido, marcado por el trágico fallecimiento de Luis Salom, la justicia poética quiso que la carrera de Moto3, la categoría en la que el balear cosechó sus grandes éxitos en el mundial, volviese a recobrar color español después de una sequía que se extendía desde finales de 2014 con el triunfo de Efrén Vázquez en Sepang.
Como era de esperar, el retorno de la rojigualda al escalón más alto de la categoría pequeña llevó la firma de Jorge Navarro, que llevaba desde la pasada temporada quedándose a las puertas de su primer triunfo. En Montmeló, como tantas otras veces llegaba al giro final con opciones de ganar, y en esa ocasión no falló y se impuso en una carrera épica.
5. La victoria de Mahindra (TT Assen)
Desde su irrupción en Moto3 (casi testimonial en el inicial 2012), la marca india Mahindra había estado siempre en la sombra. Primero de la tiranía de KTM, en la que el portugués Miguel Oliveira lograría el primer hito de la marca al colarse en la tercera posición del podio en el GP de Malasia 2013, hazaña que repetiría en 2014 en Assen. Una carrera después, en Sachsenring, Brad Binder fue un paso más allá y finalizó segundo.
En 2015 la marca india subió la apuesta al asociarse con el Team Aspar, y el italiano ‘Pecco’ Bagnaia tomó el relevo como gran esperanza al destaparse con un podio en Le Mans. Ya en la presente temporada sumaba tres terceras posiciones en seis carreras, y entonces llegó Assen. Un circuito revirado, propicio para que la brega de ‘Pecco’ echase el resto y se colase por la chicane final para estrenar, de una tacada, su palmarés y el de Mahindra.
6. La victoria de Takaaki Nakagami (TT Assen)
Indianápolis, Brno, Silverstone, Misano. Son los escenarios en los que, en la temporada 2013, el japonés Takaaki Nakagami logró, de forma consecutiva, un póquer… de segundos puestos. Aquel año, el piloto del Italtrans se erigía como la gran esperanza del motociclismo japonés, la nueva sonrisa que hacía renacer el sol nipón. Honda le llevó a liderar su estructura de Moto2, con Tadayuki Okada al frente.
Desde entonces, Nakagami se ha dejado ver con altísima frecuencia en lo alto de la tabla de tiempos de los entrenamientos libres, especialmente en la FP1. Sin embargo, según avanzaban los fines de semana se venía abajo, salvando apenas un podio en 2015. Este año, tras la decepción del semáforo en Losail y el fiasco de la resalida en Mugello, llegó al cajón en Montmeló. En el siguiente GP, en la Catedral de Assen, por fin llegó la victoria que todo el paddock llevaba tres años esperando.
7. La victoria de Jack Miller (TT Assen)
Cinco años habían pasado desde que el estadounidense Ben Spies se impusiera en el TT de Assen de 2011. Desde entonces, todas las victorias de MotoGP habían corrido a cargo de cinco pilotos (Jorge Lorenzo, Marc Márquez, Valentino Rossi, Dani Pedrosa y Casey Stoner), y todos miraban a la dupla de Ducati, Andrea Dovizioso y Andrea Iannone, como los encargados de acabar con dicho oligopolio.
Y entonces surgió Jack Miller. Una película líquida cubrió el asfalto de la Catedral del motociclismo y el australiano surcó las aguas rumbó a un triunfo histórico, el primero de un equipo privado desde la legendaria victoria de Toni Elías en Estoril 2006. Sólo fue una excepción, pero hacía muchos años que los aficionados pedían que sucediese, por fin, algo excepcional.
8. El podio de Julián Simón (GP Alemania)
Desde la creación de la categoría en 2010, año en el que fue subcampeón tras Toni Elías, el Campeonato del Mundo de Moto2 le debe una victoria a Julián Simón, una victoria que cada vez se antoja más difícil. En Valencia 2012 la acarició, liderando bajo la lluvia una carrera hasta ser superado por un ciclón que había partido desde el final de la parrilla. Se llamaba Marc Márquez.
Comenzó entonces una travesía difícil, una reinvención forzosa en equipos más modestos como el QMMF, en el que bastante tiene con intentar colarse entre los diez primeros. Pero cuando la lluvia iguala las mecánicas, Julito es opción segura. En Sachsenring, la prueba pasó a ser de pura eliminación, y el de Villacañas fue de menos a más superando rivales mientras las caídas en el grupo delantero le situaron en tercera posición, transportándole a un podio inolvidable.
9. El podio de Cal Crutchlow (GP Alemania)
Si en Moto2 ya fue una prueba de eliminación, en el Gran Premio de Alemania de MotoGP reinó el más absoluto caos, con el grupo delantero marcándose y posponiendo el momento de entrar a boxes, y Marc Márquez aprovechando para cimentar su ventaja y apuntalar su liderato… mientras por detrás se libraba una encarnizada lucha por las dos posiciones restantes de podio.
Una de ellas parecía adjudicada al británico Scott Redding, pero sus maltrechos neumáticos le jugaron una mala pasada y se vio superado por dos de los pilotos que habían demorado el cambio de moto. Uno de ellos era Andrea Dovizioso. El otro, Cal Crutchlow. Después de un inicio de temporada muy pobre, el británico festejaba su inminente paternidad con un podio muy especial, salvando los muebles de una primera mitad de temporada para el olvido.
Fotos | Repsol Media, Idemitsu, KTM Images, Suzuki, Team Aspar, Marc VDS, Ajo Motorsports