Durante el Gran Premio de Catar saltaba la noticia de que Bradley Smith dejaba el asiento que ha ocupado durante las últimas temporadas en el Yamaha Tech3 para recalar en 2017 como piloto oficial de KTM en su desembarco en MotoGP.
Algunos comentarios valoraban la oportunidad que Yamaha había dejado escapar al no subir a Smith en una moto oficial, y quizá fuera cierto, porque es un piloto con una buena progresión, trabajador y muy constante, pero no es lo que Yamaha quiere. Los japoneses han preferido renovar a Valentino Rossi por dos años y ya veremos qué pasa con la moto de Jorge Lorenzo.
La diferencia entre satélite y oficial
Cuando Marc Márquez saltó a MotoGP tras su etapa en Moto2 el reglamento se modificó para que los novatos en la categoría pudieran subirse a una moto oficial en su primer año. Hasta entonces se obligaba a que al menos en el primer año dentro de MotoGP los nuevos estuvieran montados en una moto satélite. No se cuál de las dos opciones tiene menos sentido.
Si llegas a MotoGP subido a una moto satélite es muy complicado, por no decir imposible que consigas destacar, que una marca se fije en ti y consigas llegar a un equipo puntero. Los tiempos en los que los equipos privados podían disputar victorias a los oficiales quedan muy lejanos.
Durante la temporada 2015 de MotoGP, con un año bastante atípico de carreras con banderas, lluvia, carreras en dos tiempos y demás, sólo cuatro pilotos satélite se colaron en el podio: Carl Crutchlow (CWM LCR Honda), Bradley Smith (Monster Yamaha Tech 3), Scott Redding (Estrella Galicia 0,0 Marc VDS) y Danilo Petrucci (Octo Pramac Racing). El primero hizo tercero en Argentina, los otros dos consiguieron sus podios en el GP de San Marino en una carrera muy loca y Petrucci hizo lo propio en Silverstone.
Ahora copio y pego lo que pone en la web de MotoGP:
Desde 2011 tanto Yamaha como Honda han tenido al menos una vez por temporada un piloto de equipo satélite en el podio. 2015 ha sido una gran temporada para los equipos satélite y la primera en los últimos años en la que los tres fabricantes cuentan con un piloto de su equipo satélite en el podio.
En 2014 sólo Álvaro Bautista, Aleix Espargaró y Bradley Smith consiguieron pisar un puesto de honor. ¿En serio son resultados para estar contentos? No se yo... Recordaréis que la última victoria que consiguió un equipo satélite en MotoGP fue la de Toni Elías el año 2006 en Portugal con aquella épica victoria por dos milésimas sobre Valentino Rossi.
La brecha de la desigualdad en MotoGP
Si se cambia el reglamento para que una estrella se monte en una MotoGP oficial en su primer año es porque tienen muy claro que hay opciones de victoria. Cuando esto ocurre se esperan resultados casi inmediatos. De lo contrario las manos negras del mundial empezarán a hacer budú en los motorhome para que ese asiento quede libre lo más rápido posible.
Por el contrario, subirse en el primer año en una moto satélite no es una mala opción, no me parecía mal que el reglamento incluyera esta cláusula, pero siempre que existiera una mayor igualdad de oportunidades. Igualdad que hoy por hoy está a años luz por mucho que las marcas nos quieran vender lo contrario.
Esto desemboca en un círculo vicioso. Un piloto bueno pero que no es una superestrella no entrará en MotoGP directo a un equipo oficial, se irá a un equipo satélite, no despuntará y no conseguirá un sitio en un equipo oficial.
En un campeonato en el que el material casi es lo de menos y que todo se consigue a golpe de talonario, tú mismo puedes llegar a cualquier marca, poner un maletín sobre la mesa y conseguir su mejor moto y los mejores técnicos. La diferencia está ahora en los ejércitos de ingenieros e informáticos que trabajan la información, la dan forma, y ajustan los elementos electrónicos para que los resultados se muestren sobre el asfalto.
Esa legión de soldados de los ceros y unos casi está en exclusiva en manos de los grandes fabricantes. Los privados deben conformarse con menos, como siempre. Ahora que tenemos una centralita única Magneti Marelli obligatoria podría darse el caso de que esas diferencias se acortasen, al menos por un tiempo hasta que los gurús informáticos entiendan de dónde pueden sacar la ventaja con los medios más limitados que disponen ahora.
Y os pongo un ejemplo muy gráfico para que veáis a lo que me refiero: el hombre viajó a la luna con una tecnología más similar a la de una calculadora que a un smartphone. Cuando digo que ahora la centralita es menos potente que las que se venían utilizando hasta ahora quiero decir que sigue siendo una centralita. Los equipos están buscando ahora cómo conseguir los mismos resultados que antes cambiando la vitrocerámica por un hornillo de camping.
Si la apuesta de KTM es sólida puede que el movimiento de Bradley haya sido el correcto, de lo contrario volveremos a ver a un piloto hundirse en las sombras de MotoGP y buscando la gloria en otros campeonatos. O jubilándose... Confiemos en que KTM vaya a llegar a MotoGP a conseguir grandes logros.