Por mucho que quieran defenderlo, es obvio que el sistema de pago por visión que actualmente tienen pactado entre Dorna Sports y Movistar no funciona. Las audiencias han crecido durante los últimos años, pero no han llegado ni mucho menos a alcanzar los mínimos que harían feliz al gigante de las telecomunicaciones.
Esta tensa situación se está prolongando más de lo deseado por Dorna, con una falta de acuerdo sangrante y que podría llevar a la organizadora del campeonato a buscar una alternativa a las retransmisiones de Movistar. OTT, retransmisiones mixtas pago/abierto o una vuelta a las carreras en diferido son varias de las opciones que Carmelo Ezpeleta ha puesto sobre la mesa.
Un peligroso desacuerdo entre Movistar y Dorna
El primer capítulo de esta negociación ya ha pasado. Movistar ha decidido que dejará de ser el patrocinador principal del equipo oficial de Yamaha, dejando vía libre a Monster sobre los carenados de las motos de Iwata. Del combo retransmisión + patrocinio ya sólo queda la primera parte, y a final de temporada puede que ni eso.
Movistar hizo una apuesta fortísima por MotoGP en una ofensiva inédita, entrando en 2014 como patrocinador de uno de los dos equipos más poderosos del mundial y al mismo tiempo acaparando los derechos de retransmisión. Después de la salida de Mediaset como comparsa en abierto, las audiencias de MotoGP ya en exclusiva en poder de Movistar se desplomaron.
En 2017 con la intervención de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Movistar se vio obligada a ofertar sus contenidos a otro proveedores. Vodafone TV y Opensport vía streaming pusieron a disposición de un público más amplio. Este escenario, por un motivo que no han sido capaces de respondernos en la CNMC, no se ha repetido en 2018.
Sobre el papel, Movistar asegura que en 2018 ha ofrecido igualmente sus contenidos como ya hizo en la temporada pasada, pero que en esta ocasión nadie los ha querido. Quizá lo que no hayan querido es pagar lo que Movistar pedía, compartiendo sus derecho a un precio que tampoco se ha hecho público.
Por el momento Dorna Sports y Movistar no han llegado a ningún acuerdo por los derechos de retransmisión a partir de 2019, unos derechos que después del abandono como patrocinador de Yamaha estarían negociando considerablemente a la baja. Como ha ocurrido en otros países, a estas alturas el acuerdo ya debería estar firmado.
Ante esta situación, Dorna, en boca de su CEO Carmelo Ezpeleta, contó recientemente a Mela Chércoles en el Diario AS que se estaban planteando la opción de establecer una retransmisión OTT (Over The Top), un formato propio en streaming. Esta opción sería la más solvente si Movistar no renueva, creando un canal propio con los contenidos de la señal internacional, algo así como un Videopass en castellano y que sí podríamos contratar (No como el de ahora que te redirecciona directamente a Movistar).
Pero aquí no acabó la cosa. Las posturas entre Dorna, que ya ha cerrado los derechos para Italia, Alemania, Austria y Gran Bretaña por poner tres ejemplos de nuestro entorno, y Movistar parecen más lejanas que nunca. Tanto como para que Ezpeleta asegurase que hay otras combinaciones posibles a partir de 2019.
Si el interés de Movistar decae lo suficiente como para poner en riesgo la repercusión de MotoGP en España, Dorna necesitaría buscar alternativas, y estas pasan también por "que una de las combinaciones también puede ser volver a lo que había". Es decir, una combinación entre retransmisión por pay per view y algunos Grandes Premios en abierto o en diferido.
De momento, ante la pregunta de en qué televisión se podrán ver en España las carreras a partir de 2019, Ezpeleta contestó con un escueto "ya lo veremos. Aún no se sabe". Carmelo está jugando al secretismo, pero lo que está claro es que las cosas no van todo lo bien que le gustaría, porque hay que recordar que MotoGP ya no funciona con los ingresos de publicidad, sino a través de la gestión de derechos de imagen.