La temporada 2020 de MotoGP ya está en marcha. Un año más, sin solución de continuidad, un nuevo curso del campeonato del mundo ha arrancado el día siguiente de terminar el que aún estaba vigente. Muchos se aventuran ya a sacar conclusiones sobre lo que hemos visto en Valencia y en Jerez, pero cualquier parecido con la realidad puede ser pura coincidencia.
Sin ir más lejos, basta con echar la vista un año atrás para descubrir que los resultados de los test de postemporada poco tuvieron que ver con el devenir final del curso. En 2018, como ahora, vimos el resurgir de las Yamaha y a un Marc Márquez yéndose lesionado de Jerez. El que ha terminado siendo el mundial más abusivo de la historia parecía más abierto que ninguno.
La Yamaha es tan rápida como la Honda de Márquez, pero sigue siendo muy sensible
Los test de 2019 de momento han sido los de la igualdad, al menos en Jerez. Seis pilotos con cuatro motos diferentes quedaron separados por una décima en el circuito andaluz. Hubo quien ya se aventuró a pronosticar que se nos venía una temporada de lo más igualada en 2020, con cuatro fábricas luchando por el título.
En concreto 166 milésimas han separado a Márquez, el primero, de Andrea Dovizioso, el sexto. Y entre medias las dos Suzuki y dos Yamaha, una oficial, la de Maverick Viñales, y una satélite, la de Fabio Quartararo. A todos los amantes del motociclismo se le haría la boca agua de imaginar un campeonato a seis bandas entre estos pilotos.
Pero si miramos al año pasado nos encontramos con una situación sorprendentemente parecida. En el segundo día de test de Jerez también hubo seis pilotos separados por una décima, en esta ocasión concretamente por 173 milésimas. Y si sirve de pista de la transportación que tuvo eso a la temporada 2019, valga con decir que uno de esos seis pilotos fue Jorge Lorenzo.
Hace 365 días parecía que los rivales se le acumularían a Márquez en 2019. Las dos Ducati habían dominado el primer día de pruebas en Jerez mientras que las Yamaha, o más concretamente la de Maverick Viñales, se habían paseado a su antojo en Cheste. Con la lesión de Márquez, la misma que en 2019 pero en el otro hombro, parecía hasta una quimera que revalidase el título.
Ahora la situación es parecida. No, nadie descarta a Márquez, porque apostar contra él sería casi una tendencia suicida. Pero en base a los test parece que las Yamaha y las Suzuki podrían estar a su nivel. A una carrera sí, a 20 es algo que está muy por ver. No hay que olvidar que la M1 sigue siendo una moto muy sensible a los cambios de temperatura, y los de Hamamatsu carecen de regularidad.
Fin de la acción este 2019. Ahora toca asimilar toda la información de estos Test, hacer una buena pretemporada y volvemos en 2020! ✊🏼
— Alex Márquez (@alexmarquez73) November 27, 2019
We finish the action this 2019. Time to assimilate all the information from these Test, do a good preseason and we come back in 2020!@MotoGP pic.twitter.com/vwuCEMrJ67
En cuanto al resto, Ducati parece que sigue un tanto perdida. Ahora mismo es una conclusión generalizada que han perdido esa posición privilegiada que tenían dentro del grupo de los que no son Marc Márquez. El desarrollo de la Desmosedici está estancado y no está nada claro que si falla Márquez ellos vayan a recoger el premio gordo. Pero ante todo, el favorito sigue siendo uno, el campeón.
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