Ya sabemos todos lo que pasó el domingo en el Gran Premio de Argentina. Un doble podio para Ducati en la segunda carrera del año se volatilizó en cuestión de décimas de segundo por obra y gracia de Andrea Iannone.
El piloto italiano quiere enmendar su error, pero por desgracia para él no es la primera vez que algo así ocurre y en el seno de la marca italiana ya están parándole los pies. Los excesos de fogosidad generalmente son eso, excesos y no traen nada bueno. ¿Habrá aprendido Iannone que este no es el camino?
Una guerra fratricida que acaba de comenzar
Aunque no conseguí hacer una buena salida estaba completando una buena carrera. Está claro que podría haber sido algo más rápido en la primera parte pero con el cambio de moto conseguí tener mejor ritmo que los pilotos que estaban delante de mí.
Pude pasar a Rossi dos o tres veces hasta que Andrea nos adelantó a los dos en la última vuelta. Cuando llegamos a la penúltima curva perdí el control del tren delantero y me llevé por delante a Dovizioso en la caída.
Desafortunadamente es así como fue la cosa y pido disculpas a mi equipo, a Andrea y a todo el mundo en Ducati porque está claro que un podio con dos pilotos de la fábrica hubiese sido un resultado excepcional.
Acciones de este calibre son entendibles en los pilotos, son personas extremadamente competitivas que siempre quieren quedar por delante de sus rivales. Pero no se puede actuar tan a la ligera, menos aún si el principal perjudicado es tu compañero de equipo y toda la escuadra que tienes detrás.
Que Iannone es un piloto rápido y valiente queda fuera de toda duda. Me encanta cómo lleva la Ducati y cómo pilotaba en Moto2, pero debe aprender que el trabajo no es sólo el suyo dentro de la pista. Correr para una fábrica tiene unas connotaciones de trabajo en equipo que también hay que atender. No digo que le ceda el paso a Dovizioso, en absoluto, pero en Termas de Río Hondo no era el día para arriesgar de esa manera.
Ahora, Iannone cuenta con dos ceros en su casillero y la losa sobre sus hombros de haber podido lastrar las opciones al título de su compañero de equipo y al título de constructores de su marca. Veremos si no le pasa factura psicológicamente durante esta temporada y, por qué no, de cara a la renovación para 2017. La lucha entre los dos lados del box está servida.
Por su parte, Andrea Dovizioso se mostró mucho más comedido en las declaraciones a MotoGP que en las que os trajimos ayer. Su decepción sigue intacta, no en vano habría encadenado su segundo puesto consecutivo y estaría segundo en la general a sólo un punto de Marc Márquez.
Me siento muy decepcionado porque hice una gran carrera, a pesar de tratarse de un fin de semana complicado para todo el mundo. Los entrenamientos habían ido bien, en carrera estaba rodando con los primeros y en mi opinión mi estrategia estaba funcionando. Incluso cambié de moto en el momento apropiado, estando en pista una vuelta más y ganando algunos segundos.
En las últimas vueltas teníamos algunos problemas, pero conseguí alcanzar a Valentino e intenté cerrar todas las puertas durante la última vuelta. En la penúltima curva, sin embargo, todo el mundo pudo ver lo que pasó y por qué terminé perdiendo una merecida segunda plaza.
Mirando las cosas de forma positiva, también hemos sido rápidos en Argentina y, si hubiera conseguido terminar en esa posición, ahora sería segundo en la general a un solo punto de Márquez.