En Italia alguien ha hecho volar por los aires un radar que ponía demasiadas multas. Los vecinos se percataron de que aquello no era una explosión normal; efectivamente, resulta que una carga explosiva hizo explosionar el cinemómetro.
Ha ocurrido en la comuna italiana de Cadoneghe, en la región de Padua. En plena carretera regional, un radar se hinchaba a multar a motoristas y conductores... La solución ante tal enfado fue hacerlo volar por los aires, y el enfado del alcalde es desmesurado.
Ahora la policía le está buscando tras reventar con pólvora el radar
El radar en la carretera regional 307 de Santo, en Cadoneghe, se hincha a multas día sí, día también. Tanto que, tal y como relata Moto.it, el miércoles, poco antes de producirse la explosión, había una cola de varios metros ante la sede de la policía local para identificar a los conductores pillados por el radar.
180 euros y tres puntos del carnet de conducir por pasarse del límite, que recientemente se modificó, pasando de 70 km/h a 50 km/h. Las multas se han duplicado, y el enfado de los que pasan por allí al ser pillados, también.
Así que un ciudadano al que todavía no han identificado decidió tomarse la justicia por su mano. Decidido, fue hasta el radar y colocó una gran cantidad de pólvora explosiva. Lo acabó reventando y el radar salió volando por los aires.
La explosión fue tan violenta que incluso la tapa de la boca de alcantarilla de hierro fundido salió volando por los aires. Los vecinos se asustaron pensando que era una bomba de grandes proporciones, hasta que los bomberos acudieron a sofocar el incendio.
El alcalde de la localidad, Marco Schiesaro, está indignado tras el episodio: "Estoy desconcertado ante este gesto que también podría causar lesiones. Los residentes me telefonearon en tiempo real diciéndome que el estruendo fue enorme, como una bomba", relata el regidor.
Incluso menciona lo peligroso del asunto, con niños de por medio: "Otros me han dicho que justo antes de la explosión familias con niños pasaban a pie justo al lado del aparato. En fin, una situación que realmente podría convertirse en una tragedia".
"La tarea de un administrador es velar por la seguridad de mi pueblo. Vigilar la velocidad es una de las tareas de quienes gobiernan un país. Gestos como los de la noche del miércoles crean vergüenza e incomodidad pero no me dejan bajar la guardia ni un milímetro. La cámara de velocidad será reemplazada y seguiremos adelante. Confío en la videovigilancia", sentenció.