La tecnología se apodera poco a poco del mundo de la moto. Por una parte está bien, por otra, no hace más que añadir un gasto excesivo y a veces injustificado en el precio final que ha de pagar el cliente. Muchas marcas emplean la baza de la seguridad para justificarlo.
Bosch, bien metida en la industria de la moto y la tecnología, sigue patentando ideas. La última tiene que ver con un dispositivo de control avanzado para motos que coordina los viajes en grupo, digamos. Tanto que podría revolucionar los viajes en moto.
La moto tendrá una especie de piloto automático
Los viajes en moto en grupo están bien. Pero siempre hay despistes, o hay quienes se pican con otros. Bueno, pues la última idea de Bosch quiere añadir un extra de seguridad a este tipo de viajes, y evitar precisamente ese tipo de temeridades o despiste, depende de cómo se mire.
La marca ha patentado un dispositivo de control combinado con sensores, comunicación de vehículo a vehículo (V2V) y algoritmos avanzados para monitorear y ajustar automáticamente la formación de los componentes que van en grupo.
El objetivo siempre es el mismo: mantener una distancia de seguridad entre las motos en todo momento. Quieren que el motorista sea consciente de la posición e intenciones de los demás miembros del grupo en todo momento, y para ello hará uso de la tecnología.
Más concretamente utilizará los sensores integrados en el sistema, que incluyen cámaras, radar y un LIDAR. Todos ellos, al mismo tiempo, ayudan a crear una visión integral del entorno completo de la moto y el motorista. Tanto que detectan obstáculos, cambios de velocidad en los vehículos y también la posición exacta de cada moto dentro del grupo.
Ahora entra en juego la comunicación V2V entre las motos. Lo que hace es compartir esa información recopilada en tiempo real (dirección, velocidad y frenado). Las motos, automáticamente conscientes de estos movimientos, ayudan a evitar colisiones al alertar automáticamente. Llegan a intervenir en caso de que sea necesario. Algo así como el frenado de emergencia que ya existe en los coches desde hace años.
Al mismo tiempo, toda esta información se refleja a través de una interfaz, así como por avisos visuales y sonoros a los conductores de la moto. Si una moto se acerca mucho, pita y sugiere una corrección de la distancia, así como muestra recomendaciones de ruta y advertencias sobre condiciones adversas. Lluvia, por ejemplo.
Interviene en caso de permitírselo, ajustando automáticamente la aceleración y frenada de cada moto. Es capaz de mantener una formación de motos de ruta sin necesidad de la constante por parte de los conductores. También actúa durante los atascos. Incluso en la patente se habla de un sistema que podría integrarse con tecnologías de piloto automático.
¿Estamos llegando demasiado lejos con la tecnología en moto? ¿Dónde queda eso de que la moto y el conductor son uno? Hacernos y ayudarnos a llevar una moto sola es un cambio de mentalidad demasiado grande, al menos para los que toman la moto como ocio. Para alguien que lleve un scooter a trabajar y no disfrute de la parte ociosa, es entendible que estas ayudas sean bienvenidas. Pero dudamos que un sistema así de caro llegue a motos asequibles. Imagínense comprar una Ducati Multistrada y que conduzca sola.