Hace ya tiempo Morrillu nos hablaba de la consola Sega y los juegos de motos y también L. Font nos daba una lección sobre una “tribu” japonesa denominada los bosozoku que podíamos traducir como “la banda de los corredores violentos”. Pues bien, si mezclamos estos dos elementos podemos llegar a la conclusión de que los videojuegos acabaron con las bandas de moteros en Japón, o si no han acabado por lo menos están en peligro de extinción.
Estamos hablando de la década de los 70 y 80 en la que los bosozoku eran unos temibles pandilleros que a bordo de sus extravagantes motos sembraban el terror entre los ciudadanos de a pie con la pretensión y la convicción de ser la banda que dominarían el nuevo milenio. Nada más lejos de lo que realmente les está sucediendo.
El número de jóvenes alistados en la banda de los bosozoku ha disminuido radicalmente en los últimos 30 años. Un estudio reciente revela que las cifras han caído de 48.000 miembros en su época dorada a los 9.000 que se estiman ahora. Y la causa principal de que los jóvenes ignoren estas agrupaciones son los videojuegos. Los jóvenes nipones prefieren ya quedarse en casa y no meterse en líos.
La jerarquía de mando de los bosozoku es muy estricta y los adolescentes japoneses parece que no están por la labor de someterse a ella cuando pueden estar desahogándose con la PS de una manera más cómoda y sin órdenes que acatar. Eso sin contar con otro factor importante como es el desembolso que tienen que realizar para modificar sus motos en estética, potencia y sobre todo ruido para ir atemorizando.
Por supuesto que además la estética de esas motos en Europa no es muy apreciada, pero también les está ocurriendo en Japón. El “look” del colectivo fue quedando desfasado, y con los diferentes intentos de modernizar su aspecto, terminaron por perder su identidad en común. En su día eran escandalosos, pero hoy por hoy carecen de impacto en la sociedad.
Es la diferencia de culturas entre oriente y occidente. Aquí nos escandalizamos con la violencia gratuita que desprenden algunos videojuegos y en Japón ayudan a mantener alejados de problemas a colectivos tan peligrosos como los bosozoku, que además se encuentran ya envejecidos y sin poder reclutar savia nueva por falta de interés de los jóvenes.
Vía |Kotaku En Motorpasión Moto | Los jóvenes italianos prefieren una moto a un smartphone