Mientras Alexuny nos prepara una explicación sobre lo que es una Moto Deportiva vamos a empezar un pequeño resumen de lo que eran las motos deportivas antes de que se acuñase ese termino. Durante muchos años una moto deportiva era una moto a la que se le había eliminado los componentes innecesarios para rodar en circuito, de esta manea, las preparaciones podían ser muy peregrinas. El otro inconveniente era que las carreras se hacían por la calle, con escasas medidas de seguridad y en ocasiones consecuencias desastrosas.
La cilindrada tampoco nos permitía clasificar las motos, ya que una 1000 cc podía ser utilizada para los viajes familiares o para recorrer las precarias carreteras de la época. Además en el Campeonato del Mundo, la moto más grande que competía era una 500cc.
Un claro ejemplo de esta época es la Vincent Black Shadow Serie C, una moto de 1000 cc que ya en 1954 describió lo que serían los chasis modernos, en los que unos pocos tubos se encargaban de soportar todos los esfuerzos mecánicos de la moto. Por desgracia su motor de 55 CV era demasiado para la tecnología de la época y sus 201 km/h demasiados para las carreteras de la posguerra.
En el otro extremo se sitúa la DKW 125 RT, una moto derivada de la competición en el mundial de velocidad que acabó en la calle para propulsar la Alemania previa a la guerra mundial. Sus 125 cc le permitían alcanzar los 76 km/h pero lo que la hizo famosa es que tras la guerra fue la moto más copiada del mundo, ya que la produjeron BSA, Harley Davidson, la Sovietica Moska e incluso Yamaha. De esta manera una moto derivada de la alta competición no pasaba de ser una mera utilitaria.
Tuvieron que pasar unos cuantos años para que marcas como Triumph pusieran en sus motos de calle los conocimientos adquiridos con los modelos utilizados en las pruebas de Boneville que derivaron en las Triumph Bonneville T120. Esta moto estaba claramente dirigida al mercado más joven de Estados unidos, con una cilindrada de 650 cc y 46 CV podemos hablar al referirnos a ella de la primera moto deportiva de la historia. Su producción llegó hasta 1973, momento en el que en Japón las marcas ya estaban empezando a aplicar en las motos de calle los conocimientos adquiridos en el Mundial de Velocidad.
Las primeras Yamaha RD 350 y las Kawasaki Mach III utilizaban motores de dos tiempos con potencias nunca vistas antes en la calle. Estamos hablando de motores con 350 cc y 500 cc respectivamente que daban potencias de 40 CV en el caso de Yamaha (lo que significa que el motor de un litro habría dado 114 CV) mientras que la Kawasaki con rendía 60 CV (120 CV por litro) El principal problema de estas motos era su chasis, las suspensiones y los frenos, excesivamente endebles todos para estas prestaciones, lo que las convertía en motos muy complicadas de conducir. A cambio brindaban a sus conductores sensaciones muy cercanas a las que podían ver en los grandes premios de la época.
La otra marca japonesa, Honda seguía obcecada en los motores de cuatro tiempos, y fiel a su decisión en 1973 presentó la Honda CB 750 Four, una moto que sin saberlo puso la semilla de las actuales Superbikes. A pesar de que su mecánica no era nada revolucionaria, su fácil manejo sirvió para que los preparadores se fijaran en ella y comenzaran a producir motos destinadas a la competición. Por primera vez un diseño para la calle era tan bueno que acababa compitiendo en los circuitos.
Línea temporal extraída del catálogo de la exposición El Arte de la Motocicleta
Imagenes vía | Vincent Black Shadow; DKW 125RT; Triumph Bonneville T120; Yamaha RD 350; Kawasaki Mach III; Honda CB 750 F En Moto22 | Especial motos deportivas