La LiveWire es sólo el comienzo del viraje de Harley-Davidson hacia un futuro de motos eléctricas
El cambio de rumbo en Harley-Davidson ha llegado. Si bien la firma de Milwaukee fundada en 1903 lleva durante toda su existencia identificada como una marca custom tradicional de éxito, esto no es suficiente para garantizar su existencia.
La movilidad está dando un giro de 180º. Las ciudades buscan la manera de recuperar espacio para los humanos en lugar de seguir cediéndoselo a los automóviles en un viraje forzado hacia medios de movilidad más sostenible, vehículos más pequeños y eficientes, vehículos eléctricos o medios de transporte de uso compartido o, como poco, de bajo impacto ambiental.
"Más Carreteras para Harley-Davidson", o la misión para salvar a H-D
Para una compañía como Harley-Davidson el reto que se pone por delante es de proporciones bíblicas. Tienen ante sí la difícil decisión de mantenerse fieles a sus raíces como fabricantes de grandes motos custom o evolucionar su gama de producto buscando nuevas oportunidades de negocio. Han optado por lo segundo.
Seguir confiando en que el mundo custom les garantice la supervivencia a largo plazo es una creencia errónea. El grueso de la clientela tradicional para H-D proviene de generaciones pasadas, especialmente del baby boom. Unas generaciones que no están teniendo el oportuno relevo por los nuevos motoristas, más inclinados hacia un perfil tecnológico y menos hacia un perfil de purista aficionado al motor.
Este cambio de tendencia en el que la cultura del motor se está perdiendo de manera progresiva al mismo ritmo que los tecchies ganan terreno es precisamente el que ha sabido ver Harley-Davidson para sentar las bases de su plan "Más carreteras para Harley-Davidson", un plan estratégico para revitalizar la marca con el horizonte puesto en 2027.
Si bien Harley-Davidson no es la primera compañía en hacer un movimiento similar, sí es la más significativa. El golpe de timón le supone a la marca adentrarse en un territorio completamente desconocido con todo lo que ello conlleva, tanto a nivel industrial con el desarrollo de nuevos modelos como a nivel comercial para que los clientes tradicionales, los clientes potenciales y en definitiva cualquier ciudadano comprenda que Harley-Davidson ya es mucho más que motos custom grandes, pesadas y caras.
Toda la confianza de Harley-Davidson está depositada en el proyecto LiveWire
El primer eslabón en esta cadena de cambios significativos a partir de este mismo 2019 es la llegada de la Harley-Davidson LiveWire. Este nuevo modelo que llegará a finales de este mismo año es seguramente el más importante de todos, tanto para la propia marca como para la industria de las motos en general, y de las motos eléctricas en particular.
Hasta la fecha hemos visto una cantidad ingente de prototipos de motos eléctricas, casi tantos como start-up aparecidas de la nada con propuestas eléctricas que finalmente no han llegado a nada. La LiveWire en cambio será la primera moto eléctrica (moto, no scooter) producida por una marca de las de toda la vida.
Sin la presión de un mercado que demande de manera mayoritaria la presencia de las motos eléctricas, las marcas parecen conservar unas posturas bastante moderadas al respecto de esta tecnología. Por eso Harley-Davidson se ha apresurado a ultimar los preparativos del proyecto LiveWire que iniciaron en un lejano año 2014.
Harley-Davidson quiere liderar el cambio hacia las motos eléctricas, siendo la primera en golpear a gran escala y forzando un cambio en su percepción de marca. "Quien golpea primero, golpea dos veces", suele decirse.
El primer golpe llega desde Milwaukee con una oferta de la que aún no conocemos demasiados detalles. No sabemos peso, ni potencia, ni par motor, pero sí sabemos la cifra de autonomía: 175 km. El impacto de la moto con la que Harley-Davidson quiere cambiar todo el panorama de las dos ruedas, por tanto, se ha visto un poco duluido.
Sí, el compendio tecnológico de la LiveWire con su motor eléctrico, baterías propias, suspensiones eléctrónicas, plataforma de medición inercial IMU, control de tracción, ABS conasistencia en curva, conectividad y cuadro de mandos con pantalla táctil son todo un caramelo, pero el cliente en lo primero que se fija en una moto eléctrica es en la autonomía. Y es escasa.
Cuando la LiveWire llegue al mercado no tendrá rivales y ahí puede estar su éxito, aunque también es cierto que hay otras marcas minoritarias con propuestas que sobre el papel podrían jugar la baza de la alternativa. La versión de calle de la Energica Ego con la que se correrá MotoE en 2019 arrancan en 23.083 euros (22.418 euros para la Eva, naked) con 145 CV, 200 Nm de par motor y hasta 200 km de autonomía. Por otro lado las Lightning LS-218 acaban de arrancar su producción y prometen 200 CV de potencia y entre 160 y 290 km de autonomía a un precio de 33.921, 37.410 y 40.899 euros al cambio según el modelo.
Lo que también sabemos es su precio. La Harley-Davidson LiveWire costará 33.700 euros en nuestro mercado y, sí, de entrada puede parecer un precio elevado, pero no en comparación con el resto de la gama de la marca y considerando que se trata de un producto premium con una tecnología inédita. Teniendo en cuenta lo que costaría su competencia no anda muy lejos, incluso hasta podría parecer barata.
Harley-Davidson mira mucho más lejos de 2019
Pero la ofensiva de Harley-Davidson no se queda aquí porque en Milwaukee quieren llegar mucho más lejos. El abanico de caminos que va a tomar la compañía se abre hacia el futuro con la presencia en segmentos inexplorados hasta la fecha, pues ya están confirmados nuevos modelos custom así como una gran maxitrail y una naked deportiva.
Por si fuera poco y dejando al margen el factor puramente emocional de las motos, Harley-Davidson se va a introducir en otros segmentos más racionales como han confirmado esta misma semana durante el Consumer Electronic Show de Las Vegas con dos nuevos prototipos.
Hace unos meses nos enseñaron el boceto de una pequeña moto eléctrica de estilo street tracker junto a otras dos creaciones menores. Ahora nos han avanzado la imagen real de estos dos modelos pequeños pensados para la movilidad de cero emisiones, más parecidas a una bici que a una moto, pero con muchas papeletas para convertirse en realidad.
Por un lado tenemos lo que podría ser el equivalente a lo que en España es la Bultaco Brinco. Una bici sin pedales movida por un motor eléctrico con la batería integrada en el chasis y una propuesta de carrocería con similitudes a una moto. Una propuesta pensada para el ocio que podría materializarse en una bici eléctrica urbana.
Por otro lado también han dejado ver lo que parece un híbrido entre bicicleta de paseo y un scooter de carga, un conjunto de líneas limpias y simples que carece de suspensión trasera. Dos ideas diferentes pero con un objetivo similar: potenciar la imagen de marca de Harley-Davidson hacia una concepción más urbana, ecológica y sostenible.
Sobre ninguno de estos dos prototipos aún hay datos fehacientes pero sí hay una cosa segura, y es que son necesarios para que Harley-Davidson pueda mirar al futuro sin miedo a que dentro de unos pocos años el rechazo a los motores de combustión se les lleve por delante.