El verano no deja de sorprender. Esta mañana leo en Faro de Vigo que un veinteañero ha estampado en Vigo su scooter contra la parte trasera de un vehículo aparcado en la calzada. Que el joven no tenga ni carné de conducir ni llevara casco y circulara a una velocidad superior a la permitida no deja de entrar entre lo que podrías calificar como "normal". Lo curioso viene después, cuando fuentes policiales indican que el scooter en cuestión había sido construido por él mismo o por alguno de sus hermanos.
Citan en la noticia que el vehículo había sido montado pieza a pieza, como si se tratara de una moto de "Mad Max". Visto así, el lector está invitado a indignarse o, por lo menos, a echarse una carcajada a salud del intrépido constructor. Y ahí es donde voy, seguramente esté dejando volar la imaginación pero, ¿no empezaron así todos estos famosos constructores? Estoy seguro de que en algún momento, tipos como Roland Sands se pasearon con alguna de sus creaciones más tempranas por las calles californianas, bastante lejos del marco legal.
Puede que al tipo, sin antecedentes, ni le guste las motos, pero démosle el beneficio de la duda. Imaginad por un momento cómo se podría redactar el arresto de un piloto de trial: Joven sin carné y con moto sin seguro arrestado cuando provocaba graves daños al medioambiente. Ah, bueno, que eso ya pasa. Eso sí, espero que haya aprendido la lección y, en el futuro, sea consecuente y responsable cuando salga a la vía pública.
Y recordad, hay también muchas motos sufriendo ahí fuera.
Vía | Faro de Vigo