Arrancamos con la Harley Davidson DYNA Street Bob desde el concesionario Harley Davidson Asturias, que amablemente nos cedió de nuevo una unidad de pruebas mientras ponemos rumbo a la primera incursión en recurrido cien por cien urbano que nos servirá para aclimatarnos a la montura.
Harley Davidson DYNA Street Bob, el mundo por debajo de los 700 mm
Como comentábamos ayer, el asiento está muy bajo. Tanto que con mi tamaño mis rodillas estaban más altas que mi trasero, haciéndome adoptar una postura que hasta ahora no había tenido ocasión de experimentar en ninguna moto anteriormente.
Quedaba literalmente un poco encajonado, echando de menos unas estriberas más adelantadas, como en el caso de la Harley Davidson DYNA Fat Bob. Pero, no todo van a ser inconvenientes con mi tamaño: el manillar “ape hanger” queda lejísimos cuando hacemos una maniobra, obligándonos a echarnos hacia adelante.
Bueno, a mí no me obligaba ya que llegaba perfectamente a la puntera más alejada pero la gente más bajita sí que lo tendrá un poco complicado mantener las dos manos firmemente sujetas.
Hablando de radio de giro: este no es excesivamente corto y nos encontraremos con el inconveniente de tener que hacer un par de maniobras de regalo si no planificamos bien los movimientos.
De todas formas se maneja con relativa soltura. Supera por poco los trescientos kilos, concretamente arroja en báscula 305 kilos pero la podremos mover en parado con mucha facilidad. Únicamente si aparcamos en pendiente e intentamos salir marcha atrás, nos podemos encontrar en problemas pero es algo que el que haya conducido alguna vez cualquier moto que pase de los 250 kilos lo tiene siempre en cuenta.
Harley Davidson DYNA Street Bob, primeros kilómetros
Giramos el conmutador, apretamos embrague y le damos al pulsador de arranque. Tres pistonadas contundentes y ya tenemos el Twin Can 96 palpitando bajo nuestro cuerpo. De nuevo cogemos el embrague y metemos primera, con un accionamiento muy suave y prácticamente exento de cualquier golpe en la transmisión.
El embrague es de mantequilla y se maneja con muchísima suavidad, tal y como a mí me gusta ya que odio los embragues que acaban dejándote la mano agotada. Rápidamente ponemos segunda y tercera con absoluta linealidad y es que a no ser que dejes caer el motor hasta las mil vueltas, no habrá coceos ni una pistonada más alta que otra.
Muchísima suavidad circulando por ciudad mientras la manejamos a nuestro antojo. Realmente esta Harley Davidson DYNA Street Bob se nota ligera e intuitiva para una distancia entre ejes tan larga y un peso para nada contenido. Sin embargo parece que llevamos cualquier naked de media cilindrada y 80 kilos menos.
A medida que estiramos algo más alguna marcha, el sonido del motor se torna más audible a través de la doble salida de escape lateral, pero en ningún momento molestará en nuestros oídos sino que es muy agradable. Puede que me esté volviendo viejo pero la verdad es que empiezo a cogerle cariño al sonido de serie de las Harley Davidson.
En ciudad los frenos cumplirán sin ningún problema, sobre todo el trasero. Con el delantero hay que tener ojito en las intersecciones sobre pintura o asfalto deslizante porque nos podría dar algún pequeño susto. Tenemos poco peso en la rueda delantera y se nota al girar.
Por suerte a partir del 2013, la Harley Davidson DYNA Street Bob cuenta con ABS entre su equipamiento principal y como siempre, perfectamente integrado y escondido en el buje delantero, manteniendo una estética muy limpia en ambas llantas. Sólo el captador óptico del sistema denotará que está ahí. Bueno, eso y el testigo de iluminación en el cuadro.
Los indicadores en el cuadro y a pesar de estar encima del depósito se leen con muchísima facilidad, incluso el de la marcha engranada y las revoluciones que al principio se nos antojaba un poco pequeño. El que no se lee tan bien es el del nivel de carburante situado en el falso tapón derecho. Queda demasiado enfocado hacia adelante y para echarle un vistazo rápido tendremos que echarnos hacia el frente un poco.
Aunque ambos colectores cerca de la pierna derecha, no noté excesivo calor. Pero claro, estamos en diciembre y esta pequeña calefacción adicional se agradece en algunos momentos. Si es como la Harley Davidson DYNA Fat Bob, tendremos que tener cuidado por el verano para que no se nos caliente la pierna más de lo normal.
Harley Davidson DYNA Street Bob, sorprendiendo por carretera
Toca salir a carretera despejada. Estamos sobre una Harley Davidson DYNA Street Bob y la familia DYNA tiene que salir a relucir en algún momento. Sabemos que no tenemos demasiado altura al suelo pero eso no quiere decir que nos vayamos a aburrir.
Y efectivamente ocurre todo lo contrario. Me he divertido, y mucho con ella. Hay que cambiar el chip y conducir de una forma un poco diferente, casi como una MotoGP de 990 (shock, shock, shock). Sí tranquilos, no se me ha reblandecido el cerebro. A lo que me refiero es que hay que entrar un poco más lento que con otras motos y una vez apoyada en curva se le puede abrir gas sin contemplaciones para salir catapultado hacia la siguiente curva.
Me hice una ruta por alguna carretera de curvas de la zona y me sorprendió lo rápido que era capaz de ir por ella, más de lo que en un principio me hubiese imaginado. Incluso otro motorista con una Honda VRFR800 que se unió detrás no tuvo oportunidad ni de intentar adelantarme, optando por seguir detrás hasta el final del trayecto. No iba desmelenado pero seguramente en ningún momento pensó que una Harley Davidson podía mantener ese ritmo.
Bondades al margen respecto a su chasis que casi podría decir que está sobredimensionado y a su motor, que te permite salir bajo de vueltas pero con una estirada utilizable en la zona alta del motor, en la Harley Davidson DYNA Street Bob hay que tener cuidado, como en todas, con la altura libre y el freno.
Por un lado la altura libre al suelo, relativamente justa aunque no tanto como en otras. En las curvas a izquierda, la estribera de este lado nos dará el aviso (no tiene muelle de retorno si se plega así que si no la encontráis tranquilos, no la habéis arrancado…) pero por el lado derecho la cosa está más complicada porque tiene un poco menos de margen y el aviso es directamente los tornillos que sujetan el escape.
Aunque le cojáis el truco y controléis la inclinación máxima antes de tocar, acordaros de los posibles baches en la curva que compriman la suspensión y os hagan pegar de improviso. En ese caso tranquilos, ruido y chispas pero nada más mientras permanezcáis dentro de los límites lógicos.
En cuanto a los frenos, nos lo jugamos todo atrás. Su tacto casi, casi como el de un coche (y para mi gusto mucho mejor que el de la Harley Davidson DYNA Fat Bob) nos permitirá detenernos sin muchos problemas si además aprovechamos para usar el freno motor bajando una marcha. Pero no cuando estemos en segunda porque bajar a primera, o hacerlo en una marcha superior alto de vueltas significará trabar la rueda trasera así que ojito, macarra.
Una vez que hemos aposentado la moto con el freno trasero y empieza a decelerar, es hora de usar el delantero de apoyo y para llevar algo de peso a la rueda delantera para entrar en la curva. Soltamos y ya estamos dentro. Fácil y sencillo que se puede decir….
No, si al final me va a gustar esta Harley Davidson DYNA Street Bob y todo. Mañana habrá que probarla en otros recorridos a ver cómo se comporta aunque lo peor es que tengo al pasajero de morros diciéndome: mira que coger una moto con asiento monoplaza… Pero a veces, no solo se disfruta en compañía como dijo Woody Allen. Bueno, no era así pero si algo parecido que no puedo reproducir aquí.
Continuará…
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