Cinta Americana, el libro: cuando conectas desde el minuto uno

Ayer por la tarde recibía en mi casa el ejemplar de libro Cinta Americana que había encargado en preventa. De esta forma y tal y como os avisamos, Dennis Noyes te dedicaba el ejemplar. Tarde menos y nada en encargarlo el mismo día que se ponía a la venta junto con la camiseta que podéis ver la foto del Marciano derrapando con la salvaje Yamaha TZ750 de dos tiempos, algo que volvió a hacer cuando MotoGP volvió a Indianápolis y que todavía me pone los pelos de punta.

Esta madrugada, a eso de las tres de la mañana y cuando ya había cerrado el trabajo del día siguiente, decidí romper con mis regla de no empezar un libro hasta acabar con el que estoy (tocaba en esta ocasión uno de aviones) y darme un pequeño homenaje leyendo la primera cinta de paso que mandaba un fax. Pasaron los minutos mientras devoraba la cinta de principio a fin (no os quiero destripar nada) y de repente, según acaba, me encuentro sentado en el trono con los pies hacia atrás, echado hacia adelante y agarrando el libro casi como si fuese el manillar de la moto.

¿Sabes estos momentos en los que empiezas a leer algo y te engancha? Pues el gran Dennis Noyes vuelve a engancharte desde el minuto uno con su única manera de contarte las cosas, de meterte en la historia, de hacerte partícipe de ella. Da igual que casi no conozcas al piloto del que habla, o que ni tan siquiera hubieses nacido cuando ocurrió esto o aquello. Acabarás seguro pilotando con los personajes que allí salen.

Gracias Dennis y familia por haber editado estas Cintas Americanas. Habéis hecho felices a mucha gente, os lo aseguro.

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