Jugar a los policías y ladrones tiene consecuencias, y esta historia es la mejor prueba de ello. Un motociclista aficionado a las redes sociales y a grabar vídeos vio un importante filón de visitas en sus continuas escapatorias de la policía en Francia.
Se pensaba que era irrastreable por no llevar matrícula, pero tanto subir contenido a las redes acabó por delatarle. Hasta que un día recibió la agradable visita de la policía, y todo gracias a la huella que deja internet.
Seis meses de prisión por vacilar a la policía en moto
Ghost Rider
La policía francesa llevaba tiempo detrás del popularmente conocido como 'Ghost Rider', o piloto fantasma. Ya nos podemos imaginar el motivo, y es que este creador de contenidos se dedicaba a grabarse habitualmente escapando de la policía sobre su Suzuki GSX-R750 roja y blanca.
Las infracciones eran de todos los colores y sabores: excesos de velocidad, adelantamientos, caballitos... Como en un circuito, pero en la calle. Además, parecía que nadie podía rastrearle ya que llevaba un soporte de matrícula que se plegaba y evitaba ser identificado.
Sus encontronazos con la policía se acabaron viralizando en las redes sociales. El primero el 23 de julio, cuando un radar de la policía le pilló a 110 kilómetros por hora en una zona de 50. Los agentes le intentaron dar el alto, pero se escapó.
El pasado 19 de noviembre volvió a escaparse tras ser pillado a 226 km/h en una carretera limitada a 110. El modus operandi era el mismo: grabarse y subirlo a las redes sociales. Allí atesoraba muchos vídeos, grabándose incluso a 289 kilómetros por hora haciendo acrobacias con la moto y escapando.
Después de meses de vídeos y miles de visitas, la policía francesa se enfadó con 'Ghost Rider', así que iniciaron una investigación para darle caza. Han tardado casi medio año, pero dieron con la identidad y domicilio del detenido.
La sorpresa fue bárbara cuando se presentaron en casa del youtuber, le engrilletaron y pusieron a disposición judicial.
La broma le ha salido cara, porque ya ha sido condenado a seis meses de prisión con libertad condicional suspendida, así como le han retirado el permiso de conducir y le confiscaron la Suzuki y el equipo de grabación. ¡Pillado!