Efectivamente, tal y como podéis observar en la anterior foto, esa Victory V92 TC del 2002 formaba parte de un bloque de hielo. ¿Por qué? Os preguntaréis. Pues porque allá por el 2011, y para celebrar la compra de una flota de 15 motocicletas de esta marca por parte del Ice Hotel Sweden para alquilar entre sus huéspedes, decidieron ponerla al fresco y que el tiempo literalmente no pasase para ella.
Después de cuatro años expuesta, finalmente el Ice Hotel Sweden decidió que era hora de volver a hacer que entrase en calor y para ello, se envió a la gente de Stonetown Custom, también en Suecia, para que se encargase de ver si podían hacer que volviese a funcionar.
Sorprendentemente y tras únicamente una hora de trabajo en la que se le cambió el aceite, combustible y una nueva batería, la Victory V92 TC volvía a la vida incluso usando las mismas bujías que llevaba montadas antes de la congelación y sin tener que hacerle absolutamente nada al sistema eléctrico.
Pero lo más llamativo no es que haya arrancado con extrema facilidad tras cuatro años sometida a temperaturas bajo cero, sino que la unidad empleada ya ha sido torturada por Victory hasta la saciedad. Para empezar, ha realizado el equivalente a 300.000 km en pruebas de la mano del departamento de R&D de la marca americana. Posteriormente, fue mandada a Suecia como moto escuela para que los mecánicos europeos practicasen reparaciones en ella, sobre todo en el motor que se calcula que se ha desmontado completamente y vuelta a montar varios cientos de veces. Y la última locura para esta moto, ponerla al fresco.
Aunque la moto no ha sido puesta de nuevo en circulación, el CEO de Stonehouse Custom, Andreas Sedin, ya está dándole vueltas a la cabeza para ver cuál puede ser la mejor forma de seguir machacando a esta moto que, literalmente, se niega a morir.
A continuación podéis ver el vídeo de su puesta en marcha tras haber pasado los cuatro últimos años de su vida como Walt Disney.
Vía | Victory Motorcycles