YouTube es fuente de auténticas locuras e inventos inimaginables para con el mundo de las motos. Y uno de los canales m atrevidos es el de Bikes and Beards, cueste lo que cueste. Su última aventura es una moto con la rueda partida. Como explicarlo es difícil, es casi mejor verlo.
Tan incrédulo como extravagante, convierten a una Honda CBR250R en una rara máquina que tiene la rueda trasera partida a la mitad. Tampoco creas que ha sido fácil: han tenido que modificar el basculante, adaptar la rueda, una cadena más larga... La pregunta es: ¿conseguirán que funcione unos metros? Te sorprenderá.
Y es capaz de llegar a los 50 km/h
Incluso podríamos hablar de un récord mundial: al de la primera Honda CBR250R con una rueda trasera partida a la mitad. La idea de los youtubers de motos fue sacada de una bicicleta con la misma arquitectura de rueda partida. Así que bajo la premisa "todo lo que se pueda hacer una bicicleta se puede hacer en una moto", se pusieron manos a la obra.
Se gastaron el pastizal en una Honda CBR250R de serie, que sería el muñeco de pruebas. Una vez con el boceto hecho, solo quedaba darle forma. Lo primero que tenían que hacer era alargar el basculante trasero de aluminio de la moto. No se complicaron demasiado: crearon un segundo eje con dos vigas de acero ancladas al basculante de serie.
Ahora ya podían disfrutar de un basculante mucho más largo que les permitiese partir la rueda trasera a la mitad. No hace falta ser ingeniero para hacerlo: radial en mano, parten la llanta trasera a la mitad justo por encima del buje.
Es entonces cuando se les plantea el problema: ¿cómo partes a la mitad un neumático y que siga manteniendo el aire y sostenga la moto en pie? Como las cámaras de aire semicirculares no existen por el momento, rellenaron la goma con espuma... Pero no funcionó. Lo consiguieron utilizando polietileno flexible de gran diámetro, y luego remacharon las gomas a las medias llantas.
El momento de la verdad. Funcionaba, la moto se movía y daba el pego. Pero la conducción era accidentada y la rueda se balanceaba demasiado. El problema estaba en la altura; una era más grande que la otra y eso provocaba que la moto saltara continuamente por el desnivel.
No les importó demasiado, porque aun con esas, salieron a rodar con la moto en plena calle. No solo aguantaba, sino que llegó a alcanzar los 30 mph, unos 50 km/h aproximadamente. Intentaron arreglar el problema con una suspensión, pero tampoco les sirvió de nada. A pesar de todo, funcionó, y fue tan frustrante como divertido y funcional.