Las motos eléctricas están abriéndose cada vez más hueco, y un hueco alejado de lo que podría considerarse útil para este tipo de mecánicas como la movilidad urbana. Las motos eléctricas también pueden ser emocionantes y hoy traemos una nueva prueba de ello.
En el vídeo que te dejamos a continuación podemos ver a dos protagonistas: una estrella del Freestyle retirada de la competición y una moto que prometía un futuro alentador pero se ha dado de bruces con la crueldad de las finanzas. Juntos nos dejan una muestra de que el maridaje entre motos, naturaleza y deporte es aún más puro si no hay ruido.
El legado eléctrico de Alta Motors
En total son 110 segundos de ausencia de música y efectos, simplemente la minimalista y efectiva producción de vídeo de Red Bull Motorsports que vuelve a hacer su magia y, de paso, pone el foco sobre un tipo de mecánicas que están llamadas a popularizarse.
Aquí la labor de Red Bull es ingente, pues no sólo apoya a estrellas consagradas sino que se permite el lujo de dar visibilidad a un tipo de motos que actualmente no cuentan con el apoyo del gran público, pero que gracias a vídeos como este obtienen una repercusión que incentiva la socialización de la movilidad eléctrica.
Pero después de ver esto tenemos que lamentarnos una vez más de la desaparición de Alta Motors. La empresa americana consiguió crear una gama de motos de offroad, viable y con una propuesta más que interesante que pilotos como el propio Rebeaud o Josh Hill ya han demostrado que son capaces de hacerlo igual de bien que las motos de combustión, incluso en competición.
Concretamente la que vemos en el vídeo es una Alta Motors Redshift MXR, una moto de Motocross modificada para freestyle, pero manteniendo su mecánica 100% eléctrica con 51 CV y un peso de 117 kg, mientras que la batería de 5,8 kWh permite una autonomía suficiente para rodar en circuito, entrenar unos trucos y volver a cargar.