Una prueba algo distinta. Ha habido decenas de enfrentamientos y carreras entre los mejores deportivos del mercado de las cuatro ruedas y las superbikes más innovadoras. Normalmente cada máquina es llevada por un piloto especialista en su área, pero en esta ocasión es Michael Neeves, el probador de la revista británica MCN, quien conduce el Mercedes SLS AMG y la Ducati 1198SP para contarnos las sensaciones que cada uno transmite.
Como podéis imaginar, Michael no es precisamente el más indicado, o, al menos, no el más objetivo. La prueba se desarrolla a través de los ojos de un motero más, de una persona que disfruta y dedica su vida a las dos ruedas. Pero imaginemos que un buen día tenemos que dejar las motos, ¿encontraríamos en un coche las sensaciones de superbike? Sabemos que son más rápidas, que no se ha fabricado coche – coche, no monoplaza – aun que las supere pero para pasarlo bien no hace falta correr.
O no tanto, porque con los 571cv que se transmiten a las ruedas del coche alemán uno no se imagina precisamente yendo a por el pan o haciendo la compra. Veamos ya cómo luce la alianza entre AMG y Ducati en la práctica.
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