Hoy, en duelos entre las dos y las cuatro ruedas, la prueba de que las motos no son siempre más rápidas que los coches. La batalla se libra entre dos pesos pesados, topes de gama entre sus catálogos: una superbike BMW M 1000 RR y el hypcar Ferrari SF90 Stradale.
Cuando parecía que la BMW M 1000 RR era imbatible y tenía el dominio de las dos ruedas frente a otros coches como el BMW M5 CS o el Porsche 911 Turbo S, llega un Ferrari para romper el mito. Mientras la moto supera los 200 CV, el otro llega casi a los 1.000 CV.
Spoiler: en algún momento la BMW también gana
Los chicos de Carwow y BikeWorld TV pusieron cara a cara (más bien lado a lado) al Ferrari SF90 Stradale contra la BMW M 1000 RR, la superbike más top de la marca alemana. El coche italiano goza del título al primer cavallino de producción híbrido enchufable: 1.000 CV de entrega que combina un motor a combustión convencional de 769 CV con otros motores eléctricos que generan en total 220 cv (162 kW) extra. y con relación de peso potencia de 1,57 kg/CV, 340 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos, mientras que tarda sólo 6,7 segundos en alcanzar los 200 km/h. Su precio es de 489.725 euros.
No le va a poner las cosas fáciles a la M 1000 RR, la referencia y orgullo de la marca en las dos ruedas. Una moto vestida a base de fibra de carbono, alerones y un tetracilíndrico de 999 cc y distribución variable ShiftCam, pero ajustado para carreras en términos de entrega del par y de la potencia. En el caso del primer dato sigue siendo de 113 Nm pero la potencia sube hasta los 212 CV. Cuesta una mínima parte del Ferrari: 37.780 euros.
Hechas las presentaciones, toca el turno de ponerlos a la par en una carrera de cuarto de milla... ¿Quién será mejor? No te queremos hacer demasiado spoiler, pero ya te adelantamos que esto es al mejor de tres rondas, y parece que a la BMW le pesa bastante a pesar de sus 192 kg en orden de marcha y la considerable dieta de fibra de carbono que aligera su peso total...
Hasta Chris Northover, el piloto de pruebas, dice que es mejor con el launch control y el anti-wheelie desactivados y que prefiere jugar con el acelerador y embrague para hacer una mejor salida. De hecho, mejora unas cuantas milésimas, pero sigue siendo incapaz de superar al hypercar italiano de 1.000 CV.
Mientras el Ferrari paró el crono en 10 segundos justos, la BMW lo hizo en 9,6 segundos.
Así que le dan algo de ventaja a la BMW. Proponen otras dos lanzadas pero esta vez en movimiento, de tal manera que la moto pueda aprovechar mejor la tracción y el alto régimen de revoluciones que ofrece en parado... Ahora sí que sí tenemos un claro ganador.
La moto alemana es capaz de desplegar todo su potencial a partir de la lanzada a 50 km/h, con ambos con segunda marcha engranada. En este caso cambia la cosa a favor de la moto. Luego en una segunda prueba pusieron el coche y la moto a 80 km/h en tercera... ¡Y gas! Spoiler: la BMW parece aprovechar su ventaja.
Desde luego que las diferencias son mínimas, no como la potencia y el precio... Y ahí va nuestro alegato a favor de las motos: una moto de cerca de 40.000 euros es capaz de superar al Ferrari más potente que ha salido de la fábrica de Maranello y que cuesta casi 500.000 euros.