Hay situaciones totalmente surrealistas. Y un nivel superior por encima de ellas están algunas otras como las que vamos a ver hoy que superan todo atisbo de ficción, pero son 100 % verídicas. Y hay vídeo.
El protagonista es un hombre en patinete eléctrico que iba al trabajo, drogado, por la autovía y huyendo de la policía que iba en moto persiguiéndole. Y cuando finalmente le dieron caza, la excusa que le ofreció al tribunal fue aún ma´s surrealista que todo el entramado junto.
Cuatro meses de prisión por siete delitos
Los hechos sucedieron el pasado 23 de diciembre, en plena época navideña. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando el protagonista ha sido juzgado y el curioso vídeo ha salido a la luz. Sucedió en Canberra, en plena autovía, cuando la policía pilló a un hombre de 38 años circulando con un patinete.
Si el hecho de circular con un patinete por la autovía ya sería motivo suficiente para parar al hombre... Resulta que iba casi a la misma velocidad que el resto de vehículos: a 100 km/h con la centralita del patinete modificada.
Pues los dos agentes que iban en moto, cámara en pecho, deciden pararle. Cual es su sorpresa cuando ven que no, que no quiere parar y continúa la marcha a 100 km/h. Empieza una persecución surrealista que queda grabada, y que ha sido desvelada ahora que ha sido celebrado el juicio, aportando las imágenes de la cámara como prueba.
Poco después, el patinete se mete por un carril bici paralelo a la autovía con intención de despistar a los agentes, que circulan en unas BMW RT. Lejos de parar, comienza una persecución por la senda ciclista que termina con el hombre por los suelos después de que un agente en moto le empujase, y termina engrilletado. Pero no se resiste, quiere volver al scooter, aunque no lo consigue.
"Tengo que ir al puto trabajo. ¡Tío, mi colega está en juego!", le dice el criminal, a lo que el agente le responde: "Ahora te juegas más que eso, grandullón". Y continúa la conversación el detenido: "Colega lo siento... Por favor, es Navidad y eso... Lo siento tío", a lo que el agente le recrimina: "Si te hubieras parado, habríamos tenido una conversación, pero conducías como un auténtico loco".
Naturalmente le hicieron un test de drogas. Y dio positivo en metanfetamina. En el juicio su abogado declaró que no le quedó otra opción que comprar el patinete tras perder el carnet de conducir por circular drogado, justificando las acciones de su cliente como "un intento genuino de llegar al trabajo". Era mecánico y también argumentó problemas de salud mental, así que pidió que no le encarcelara, pero sí que acudiera a servicios de rehabilitación.
El tribunal no titubeó en sentenciarle a prisión. Cuatro meses de cárcel por representar "un riesgo significativo para los demás y para sí mismo".