Moto y óxido no son buenos compañeros. El paso del tiempo y distintos fenómenos como el agua o la humedad propician que aparezca el óxido en ciertas partes metálicas de la moto. Y horror. Aunque hay un truco que hemos aprendido y que puede ser muy útil.
Esto es algo muy común que sucede en las motos que suelen estar al aire libre, como las aparcadas en la calle. Y si te has encontrado los primeros signos de corrosión, actúa ya. El remedio lo tienes en la cocina de casa.
El papel aluminio alimenticio puede ser mágico
Para explicarte el motivo por el que aparece oxido en la moto primero hay que ponerse técnicos. Aparece principalmente debido a la exposición prolongada a la humedad y al aire, lo que provoca una reacción química conocida como oxidación en las partes metálicas. Este proceso se acelera en ambientes húmedos o salinos, como en regiones costeras, donde la sal y el agua pueden penetrar en las superficies metálicas desprotegidas.
Además, la falta de mantenimiento adecuado, como la limpieza regular y la aplicación de protectores anticorrosivos, ayuda a que la corrosión se extienda más. Las partes más afectadas suelen ser el chasis, el escape y otras piezas expuestas, comprometiendo tanto la estética como la funcionalidad de la motocicleta.
Salta a simple vista cuándo una moto tiene oxido, incluso en sus primeros síntomas. Si aún no está en un avanzado estado de corrosión tienes suerte, porque se puede salvar con un método muy simple.
Para quitar el óxido lo mejor es utilizar papel de aluminio. Exactamente ese papel de aluminio que tienes en el cajón de la cocina de casa, y que vale céntimos. Ojo. No se recomienda utilizar estropajos de acero ni papel de lija, ya que podrían rayar el cromo.
La idea es recortar unos cuadrados de papel de aluminio y llenar una bandeja con agua normal del grifo, según el procedimiento de Insella. Aseguran que "actuará como lubricante entre la superficie cromada y el papel de aluminio, pero su acción no se limita a esto: el óxido se elimina por la reacción química generada por los dos materiales".
Ahora solo te queda coger el papel (con guantes, preferiblemente" y frotar las partes en las que aparece el oxido. Verás como poco a poco ese oxido va desapareciendo. Al formar una especie de bola con los dedos, los bordes del papel de aluminio alisan la zona afectada y eliminan las manchas de óxido.
El último paso debe ser limpiar la zona una última vez con una esponja húmeda o un buen chorro de agua. Y si lo quieres bordar, utiliza un paño de microfibra que absorbe al completo los restos de agua. Un truco de céntimos que te puede salvar de que el oxido de tu moto vaya a más.