Que te roben una moto ya es un drama, pero que te roben más de diez motos y que casi todas sean superbikes incluyendo ediciones especiales, es para venirse abajo definitivamente. Más cuando esas motos son tu medio de vida. Es el robo de película que ahora pone a un emprendedor contra las cuerdas.
El hombre, ex trabajador de Kawasaki, abrió su propia exposición y concesionario de superbikes en 2022 con los ahorros de su vida. Unos ladrones le han tirado abajo el proyecto de su vida en solo un par de horas.
El robo del siglo: Ducati Panigele, Yamaha R1, Kawasaki H2...
Rotate Motorcycles es un concesionario de motos de Inglaterra al que le han robado todas las motos que había allí, y no eran pocas ni baratas precisamente. Los ladrones sabían dónde se metían, y protagonizaron un 'modus operandi' propio de película.
Primero, los ladrones robaron un camión en el que poder meter las diez motos media hora antes del criminal acto. Luego, tras estudiar la zona previamente, atravesaron la propiedad aledaña al concesionario para evitar las puertas principales y las cámaras de grabación. Entraron por la valla trasera y empezaron a cargar las motos una tras otras, lo que les llevó unas cuantas horas.
Ojo a las motos, que no eran moco de pavo. Las más especiales incluían una Ducati Panigale V4 Speciale 2019, una bestia de 226 CV y 223.850 euros de serie; otras dos Ducati Panigale V4S de 35.000 euros cada una; una exclusivísima y reservada para circuito Yamaha R1M de 2019 de 30.000 euros y otra Kawasaki Z H2 2020 de 20.000 euros y 200,1 CV.
Los ladrones también pillaron una KTM EXC 300 Hard Enduro 2023 a estrenar, otra KTM EXC 250 2015 y una Husqvarna TE300 2022. Total, que el botín fue prominente y de unos cientos de miles de billetes. Y no tardaron ni tres horas en llevárselas todas bajo el auspicio de la oscuridad.
"Acabo de construirlo con mucho esfuerzo, ¿sabes? No hay inversores ni respaldo, es puramente mi taller, conmigo y otro técnico, además de un empleado a tiempo parcial", contaba el hombre a MCN.
"Es la primera vez que pasa, y es desgarrador. Como teníamos tantas motos y había huecos vacíos, tuvimos que sentarnos y analizar cuáles habían desaparecido", lamenta este hombre que tuvo que gastarse 90.000 libras para hacer despegar el negocio sin ayuda de nadie.