Historias como la de hoy tocan el corazón. El amor por las motos, en muchos casos, se transmite de padres a hijos, y el gesto más simbólico y sentimental es cuando un hijo hereda o se queda la moto de su padre... Sin embargo, las cosas no salen siempre bien a la primera.
Fue el caso de Gavin, que heredó la moto de su padre tras fallecer este. La historia está llena de altibajos, como si de una película fuese, y tuvo que venderla para poder pagar el funeral. Pero te diremos que acaba con final feliz.
La moto pasó por varios compradores y concesionarios
Brady Morton era motero de los de chupa de cuero y olor a tabaco. El hombre falleció de cáncer hace ya doce años, y la moto la heredó su hijo, Brady, también un apasionado de las dos ruedas. El dolor se multiplicó porque tuvo que venderla.
El funeral era demasiado caro, y Gavin no venía como pagarlo, así que tuvo que vender la Harley-Davidson Heritage Classic de 1998 de su padre. Sabía que había perdido el orgullo y alegría de su padre... Pero sus colegas le dijeron que no sería la última vez que vería a la moto.
Aquí comienza una historia llena de altibajos. Cuando la vendió el joven ni siquiera tenía edad para conducirla, pero el dolor era el mismo. La dejó marchar, y perdió la pista del comprador. "Las cosas se volvieron ocupadas durante los últimos doce años, pero me encantarái volver a comprarla y devolvérsela".
Brady no tenía tiempo de encontrarla, pero sí su hermana Ashlee, su esposa Alisha y un colega de la familia. Se marcaron un Sherlock Holmes de manual para reencontrarse con la moto. Tiraron de matrícula para encontrarla... Y sí, todavía seguía registrada y con vida.
Gracias a la matrícula consiguieron el número de teléfono del actual dueño, pero no respondía a las llamadas. Entonces entró en juego Facebook... Y descubrieron que el anterior dueño la había vendido al actual. Pero descubrieron que la moto acabó en manos de un concesionario.
La gente del concesionario se ofreció a ayudar en la búsqueda, y descubrieron que desde entonces, había estado guardada en el garaje de Dean y no se había utilizado en algunos años. Al hombre se le "saltaron las lágrimas", literalmente, cuando escuchó la historia. Y accedió.
"Estoy feliz de vendérsela; Te traerá mucha más felicidad que a mí". Meses de búsqueda acabaron con la moto en la casa de Brady. La moto de su padre y él se reunieron doce años después con motivo del 30 cumpleaños del hijo. Una historia para enmarcar.